Las fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...
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Caro: ¡Karol, por Dios! ¡No hagas eso!
Karol: Carolina...
Caro: ¡Carolina, nada! Yo no estoy de acuerdo contigo. Tú lo lastimas, él te lastima luego tú lo haces de nuevo. ¡Esto así no se puede! Deben perdonarse él uno al otro y ser felices.
Giovanna: Es su vida, déjala decidir.
Caro: No sé quién seas tú, Giovanna, pero Karol es mi amiga y no la dejaré cometer una locura sólo porque “es su vida”. Deja de pensar en el orgullo y date la oportunidad de ser feliz, cede por una vez en tu vida y verás como la vida te lo recompensa —se levantó.
Karol: Carolina, ¿dónde vas?
Caro: Lejos de ustedes —se fue.
•Ruggero•
Por fin estaba bien con la niña que más amaba en el mundo. Aún me sentía culpable por haberle hecho daño, pero ella ya me había perdonado y yo le había perdonado todas también, todo tenía que salir bien de ahora en adelante. Al fin podría ser feliz con la persona que quería, el problema era decírselo a mis padres, ellos no estarían de acuerdo con la idea. La puerta sonó. Abrí.
Ruggero: ¿Carolina?
Caro: Ruggero, debo hablar contigo.
Ruggero: ¿Sobre qué?
Caro: Es sobre Karol.
Ruggero: ¿Le pasó algo?
Caro: No, no le pasó nada... Pero te pasará a ti.
Ruggero: Pasa, pasa —le señalé adentro—. Ponte cómoda.
Caro: Gracias —se sentó en la cama.
Ruggero: Dime, que pasa.
Caro: Estás engañado.
Ruggero: ¿Cómo?
Carolina me contó cosas que me partieron el alma, el corazón y todo lo que me hacía sentir por Karol. Ella sólo estaba jugando conmigo, no sentía nada; siempre fui el imbécil que ella manipulaba, ella era la persona más insensible del mundo, una vez más me había decepcionado por completo, pero esto había llegado demasiado lejos.
Ruggero: Entonces... ¿Ella no me quiere? —una lágrima rodó por mi mejilla.
Caro: La conozco desde que nací, ella nació dos días antes que yo y puedo asegurarte de que te quiere; pero ella tiene una idea errónea del amor. Piensa que estar con alguien es tener un esclavo y no es así. Ruggero, te dije que te hicieras el duro pero... ¡No que lo hicieras frente a ella con Chiara!
