Un ejército de humanos pertenecientes a la inquisición contra cuatro jóvenes que quieren acabar con ellos. Una promesa de amor y el descubrimiento de una vieja alma perdida.
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SEGUNDA NOVELA DE LA TRILOGÍA: "LOS BRU...
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-Nadie está tan capacitado como usted, señor Fliends, para realizar esta tarea-dijo Bilmah, con las firmes manos unidas bajo su mandíbula. La mujer irradiaba por cada uno de sus poros autoridad, que desafiaba la valentía de Demetrie con cada palabra que cruzaba su mente.
-Es que no lo comprendo-respondió el muchacho. Sus rizos escarlatas eran un manojo de enredos, y su camisa de lana se salía de entre su cinturón de armas. Un chico desaliñado, en opinión de todos cuando lo veían. Siempre con el cabello en puntas, desordenado. Siempre con la vestimenta hecha un desastre-. Brid acaba de volver con nosotros por completo. Debo estar con ella, debo cuidarla y...
-Creo que ella puede cuidarse sola, Demetrie. Y me parece que el señorito Jedenth se hace cargo de la situación con esmero-aseguró Bilmah. Llevaba un sofisticado peinado que enjaulaba sus cabellos rubios y jalaba las tiras de su rostro avejentado-. Por el contrario, el pueblo mundano nos necesita. Sé que los demonios no estamos acostumbrados a enfrascarnos en problemas del mundo mortal, pero los brujos sí. Se ha registrado una alta actividad demoniaca en un club nocturno en el año 2018. Al parecer ha habido muertes, y como usted es el más capacitado del Noctum para realizar viajes en el tiempo, me pareció de lo más acertado obsequiarle esta misión.
Demetrie frunció el ceño. Sus pobladas cejas se unieron, enmarcando su paliducho rostro enrojecido.
-¿Quiere que lo capture? ¿Al asesino?
-Quiero que investigue de qué se trata todo este alboroto, que encuentre al culpable y lo traiga conmigo. Ya sabré yo qué hacer cuando lo tenga en mis manos.
Demetrie apretó sus manos en un par de puños. No le gustaban aquella clase de tareas. Una cosa era ser el mejor en la academia para saltar entre líneas temporales, y otra muy diferente era fingir ser un justiciero que salvaba al mundo mortal.
Ni siquiera era amante de los mundanos.
-¿Y qué hay con el tema de Baudelaire?-preguntó él, de pronto. El rostro de Bilmah no cambió, la mujer estaba acostumbrada a los arrebatos adolescentes.
-Le recomendaría que se mantuviera alejado de los temas que tengan algo que ver con Beatriz.
Era la primera vez que Demetrie escuchaba el nombre de la hermana de Bilmah. Pasó saliva con dificultad.
-Me sería imposible, teniendo en cuenta que la vida de Bridget está en peligro.
-No mientras esté dentro del Noctum. La inquisición...mi hermana-se corrigió-...no puede hacerle daño dentro de estos muros.
-Pues espero que esté en lo cierto. De lo contrario, jamás le perdonaría si algo malo le pasara a Bridget.
-Siempre he admirado el profundo amor que siente por la señorita Jones-susurró Bilmah. Se hubiese molestado, de no haber percibido el tono amistoso dentro de las palabras de la mujer-. Es algo que espero nunca pierda. La capacidad de amar aunque sea peligroso.
