REINA DE COPAS ©

E P Í L O G O.

Sus manos subían con delicadeza, limpiando el polvo y la tierra de cientos de años de podredumbre. La habitación era un cuarto oscuro, una cripta, con una larga mesa metálica en el centro. Una mesa metálica donde residía su amor. La tomaba con delicadeza y pasaba una vieja esponja sobre su piel, limpiando la suciedad.

Y mientras lo hacía, tarareaba una canción. Una canción olvidada por los mortales, perdida en el mundo del olvido. Tal como su amada.

Sus ojos azules viajaron sobre su cuerpo desnudo y sonrió, porque había pasado los últimos dos mil años buscándola en cada rincón del universo. Y al final la había encontrado. Al final la tenía entre sus brazos.

Acarició sus plateados cabellos blanquecinos y estos liberaron polvo de estrella. Y él sonrió.

Y siguió cantando.

Lo seguiría haciendo mucho tiempo después.

Si fuese posible que su amada abriera los ojos, encontraría una puerta. Y si pudiese leer a pesar de la muerte que cubría sus negros ojos, podría entender la inscripción que colgaba de la placa de esta.

Podría leer el nombre de su amado, que complacido la traía de regreso al mundo de los vivos.

Al mundo del que la habían apartado con violencia e injusticia.

"Octavian Jones"

Leería.

Y sonreiría.
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Notita de Tafil: este es el fin del segundo libro, el tercero está en proceso pero dejaré aquí toda esta historia, regalando 3 capítulos de golpe. Espero algún día alguien llegue hasta aquí con una sonrisa o una cara horrorizada. No me importa, con que alguien aquí vea esto y sonría al recordar alguno de los personajes que han habitado en estas páginas digitales.
Los quiero mucho y ni siquiera los conozco. Probablemente ni siquiera han nacido.💋🚬