Separación

558 72 62
                                    

El intento de revelar la verdad, fue un fracaso.
Se encontraban en la cita de la noche siguiente, Odasaku dejaba un poco suelta su camiseta para ocultar su protuberancia en el abdomen.

Caminaba intranquilo, un mes más y no podría seguir ocultándolo. Debía decirle cuánto antes o tomar una decisión.

— Kouyou...

Se detuvo, en un camino entre hermosos árboles de cerezo, soltando la mano de su esposa.

La pelirroja volteó confundida y se detuvo. Presentía que algo no andaba bien pero, no tenía ni idea de la gravedad del asunto.

— Te he visto distante con Osamu-kun y los pequeños niños. Dime... ¿Acaso no te agrada mi hijo, Kouyou? Al estar casados, Osamu-kun se convierte en tu hijo también, y Chūya en el mío. No importa si ellos ya están haciendo su vida juntos.

Dijo con seriedad. La mujer sonrió, y acomodó el flequillo de su cabello.

— No me agradan las relaciones homosexuales, Saku. Dazai-kun sólo está perturbando a mi Chūya, y ponen a esos niños de por medio para estar juntos. Chūya debería estar a mi lado, es mi hijo y es muy joven. Tengo que disfrutarlo más tiempo, y disfrutar a Karma. ¿Me entiendes?

Con esto último, comenzó a derramar lágrimas y con mucha sinceridad. Le dolía no haber estado como una madre para Chūya, pero no era la única adolorida, Oda también sentía dolor por razones similares.

El hombre la abrazó de consuelo, aún después de enterarse de que su hijo es odiado por su esposa.
Evitaba derramar lágrimas, por más dolor que sintiera.

— Te entiendo perfectamente. Sabes... A mí no me molesta que ellos dos sean pareja y se amen. Al contrario, los veo lindos juntos. Por otro lado, tampoco disfruté de mi hijo, y por esa razón, quiero proponerte algo...

Aprovecharía la situación para alejarse temporalmente mientras el embarazo transcurría con normalidad.

— ¿Qué cosa?

Se separó del abrazo. Oda limpió sus lágrimas con un pañuelo, siendo el mismo caballero de siempre, sin importar nada.

— Separémonos todos un tiempo. Me iré a Tokio con Osamu y Ryūnosuke, que es más apegado a él. Tú te quedarás con Karma, Chūya y Atsushi, este último todavía se amamanta y necesita a tu hijo. Puede ser... Un año de estar separados. Seguiremos en contacto por teléfono.

Kouyou aceptó gustosa, incluso si eso implicaba no ver durante largo tiempo al hombre que amaba, y el tener que soportar al pequeño Atsushi.

Dazai y Chūya se despedían antes de la separación. ¿Cómo podían jugar con sus sentimientos de esa manera tan cruel? Todo sea por sus padres.

— Te extrañaré, Chūya. Por favor, no me cambies por nadie más. Yo te amo...

Lloraba con dolor, cuando el pelirrojo se abalanzó a él y logró abrazarlo por el cuello, obligándolo a agacharse un poco por su estatura.

— ¡No lo haré! ¡Nunca! Yo quiero compartir mi vida contigo siempre, idiota. Y un año es demasiado... No creo poder estar sin tí...

Sollozaba, separándose.

— Ni yo sin tí... Esto es muy cruel, Chūya. Sólo, espero que funcione como nuestros padres creen...

Respondió con lágrimas, sonriendo a su novio con ternura para animarlo. Se aproximó a él, y besó sus labios por última vez antes de separarse durante largo tiempo.

FAMILIA IMPROVISADAOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz