Pequeños Inocentes

578 75 87
                                    

Dazai atendía la fiebre de Ryū con ayuda de Oda. El niño estaba temblando y titubeando de frío. Tenía sus labios azules, y sus dientes temblorosos.

— Pa-pi... M-Mucho frío...

Intentaba cubrirse con su cobertor, pero el hombre de cabello castaño rojizo, Odasaku, se lo alejó para no aumentar su temperatura.

— Pequeño, lo siento mucho. Tienes que recuperarte primero y luego te daré tu cobertor.

Dijo Oda con seriedad. Le dolía ver en esas condiciones a su nieto, y a Dazai, quien sufría por el niño.

— Esta no es la primera vez que Ryū se pone así. ¿Crees que pueda sobrevivir, Odasaku? Tengo miedo de que en ausencia de Chūya mi Ryū... No pueda despedirse...

Sus lágrimas salieron incontrolables. El mayor se acercó a él y lo abrazó palmeando su espalda para darle valor y ánimo.

— Hijo, estoy seguro que Ryū se pondrá bien. No pierdas la esperanza.

— Tiene dos horas con fiebre que no baja... ¿Cómo podría estar tranquilo, mamá Odasaku? Me duele más que mi propia vida...

Tomó asiento junto a él, a la orilla de la cama. No había nada más que pudieran hacer por el Azabache, sólo quedaba esperar.

— Ryūnosuke, ¿puedes respirar bien?

Preguntó Oda, luego de quitarle el aparato de oxígeno.

— Sí. No duele mucho, abuelito.

Respondió sonriente.

— ¿Lo ves, hijo? Ryū-kun está mucho mejor que hace un rato. Su fiebre sigue, para ya ha mejorado considerablemente. Puede mantenerse despierto.

Animaba.

Sintió un pequeño movimiento en su vientre, llevándose una de sus manos a su abdomen.

— ¿Estás bien? ¿Te dolió?

Cuestionó el castaño de inmediato. Tuvo experiencias con Chūya embarazado hace tiempo, sabía qué hacer en casos mayores. Aunque desafortunadamente su bebé murió.

— No. Creo que sólo se movió un poco. Aunque es muy pequeño, no creo que deba sentirlo tan pronto... A tí te sentí más a los seis meses... Eras bastante inquieto, ¿Lo sabías?

Acariciaba su pequeña barriga, siendo tierno y cuidadoso.

— Hmm, es extraño. ¿Has pensado en la posibilidad de que sea más de un bebé?

Preguntó dudoso, acariciando el abdomen del mayor.

— ¡Hola, hermanito! No seas tan brusco con mamá.

Habló cariñoso, sonriendo mientras acariciaba a su pequeño hermanito que crecía dentro del contrario.

Oda guardó silencio durante un momento y se tranquilizó.

— Espero que no. No tengo nada en tu contra ni en contra de este bebé al ser hijos de ese maldito Demonio, después de todo son mis hijos también, y los amo. Pero...

— ¿Me amas? ¿Escuché bien?

Dijo Dazai juguetón, recargándose atrevidamente en uno de los hombros de Oda.
Miraba que Ryū se hallaba más activo y mejor de salud, así que quiso distraerse con su padre un momento, y distraer al niño.

— Ryū, mi padre me ama. ¡Mamá Odasaku me ama!

Abrazó muy empalagosamente a Oda, sin lastimarlo, siendo correspondido.

FAMILIA IMPROVISADAWhere stories live. Discover now