Romper y corromper﹔⁽ᵏᵗʰ ⁺ ʲʲᵏ⁾

₍₁₃₎ attraction

V I E R N E S
17 . 04 . 15

Jungkook se detuvo sobre su boca, rozándola apenas un poco, y luego se alejó, observándolo con ojos grandes y brillantes —sorprendido, sí, pero también ilusionado—.

—¿Qué dijiste? —No lo creía, aun si Taehyung se puso rojo e ignoró su mirada—. Repítelo, Tae. Dilo de nuevo.

—¿Y si mejor fingimos que nunca pasó? —Intentó evadir su pregunta, soltando una risita corta, demasiado nerviosa para su gusto.

—Eso no sería justo para ninguno. —Sin embargo, el pelinegro negó con la cabeza, enderezándose en su lugar—. Solo dilo, Taehyung. Di que te gusto.

—Eso no cambiaría nada. —También se sentó, quedando junto al muchacho que simplemente lo veía.

Ya no estaban acurrucados en el sofá, pecho contra pecho y labios sobre labios, pero aún podían sentir la intimidad del momento, lo propio, lo privado, como si cada palabra significara la más sincera confesión.

—Te haría sentir mejor, ¿sabes? —Jeon miró sus manos y sonrió, entrelazando sus dedos—. Nos haría sentir mejor —corrigió, alzando la vista hacia el mayor.

Taehyung mordió su labio y asintió, luciendo perdido aun si intentó corresponder su mirada.

«Mierda», tal vez estaba exigiéndole más de la cuenta, pero no podía detenerse. Una parte de él —la mayor parte de él— necesitaba que su profesor lo admitiera, necesitaba que aceptara sus sentimientos, necesitaba que el castaño le dijera cuánto le gustaba cada vez que rozaba sus labios y le pedía más.

—Sé que soy demasiado egoísta, sé que busco mi propia conveniencia y yo... sé que esto es difícil para ti, pero estamos dando vueltas en círculos y no es justo para ninguno. No es justo para mí, porque me gustas demasiado, pero tampoco es justo para ti. No es justo que intentes reprimir tus emociones.

Era verdad. Aun si le aterraba admitir lo que sentía, sabía que Jungkook tenía razón, sabía que el simple hecho de aceptarlo le quitaría un peso enorme de la espalda —un peso innecesario, además—.

Solo... tenía que decirlo en voz alta. Eso era todo.

—Te prometo que, si tú me lo pides, nada cambiará. —El chico volvió a sonreírle, buscando los ojos que lo vieron al instante—. Puedes decir que te gusto y yo... prometo que no te obligaré a ser mi novio ni nada por el estilo.

—¿Puedo asumir que me gustas y... seguir alejándome de ti?

—No te alejes de mí. —Prácticamente rogó, su voz rápida y ansiosa—. Puedes poner todas las reglas que quieras, pero... por favor, no te alejes de mí.

Entonces soltó su mano para tomar su rostro, acunándolo como si necesitara toda su atención.

—Solo tienes que decirlo, Tae. Eso es todo.

Pero Taehyung jamás lo dijo, aun después de dos o tres minutos de silencio.

«No puedes presionarlo» Jungkook se recordó. «Si él no está preparado, no puedes presionarlo».

—Tal vez otro día. —Fue lo que dijo, esbozando una sonrisa poco alegre—. Tal vez otro día —repitió, soltando el aire que había retenido.

Ambos sabían que Kim habría deseado confesarle la verdad. Sus ojos hablaban por sí solos, mirando a su alumno como si quisieran disculparse por tener tanto miedo.