₍₂₉₎ holding

1.7K 159 70
                                    

S Á B A D O
12 .
12 . 15


Eran más de las siete de la mañana cuando llegó, observando la puerta por milésima vez en su vida. Era tan marrón como siempre, con esa madera que intentaba verse natural, y el picaporte estaba justamente donde siempre había estado.

Aun así, no se atrevió a abrir. Sabía que era muy temprano para tocar la puerta, Taehyung nunca estaría despierto un sábado a esa hora, pero necesitaba verlo, necesitaba acurrucarse en su pecho y dormir un poco más.

Casi eran las ocho cuando entró, temblando como si recién notara que hacía frío.

El departamento estaba completamente oscuro, sin ninguna cortina abierta. Los muebles eran manchones que reconocía más que nada por costumbre, evadiéndolos hasta llegar al cuarto de su novio.

Se metió en la cama antes de arrepentirse, buscando el calor que emanaba el único cuerpo ahí.

—¿Kook? —Taehyung murmuró a duras penas, arrastrando su brazo con tanta pereza que sintió que jamás lo abrazaría.

Cuando por fin lo hizo, Jungkook simplemente se deshizo en el tacto, escondiéndose en el pecho ajeno como si por fin hubiese encontrado paz.

—¿Es hoy? —Fue todo lo que agregó el castaño, pareciendo bastante conforme cuando le murmuró un "sí" de regreso.

Los puntajes de la prueba salían ese día, en solo un par de minutos. Por eso temblaba entre los brazos de Taehyung, sabiendo que su padre estaba frente a una computadora, esperando la hora exacta para consultar sus datos.

—No quiero verlos —respondió tal vez cuatro minutos después, hundiéndose un poco más en su escondite.

—Amor, está bien. Solo es un estúpido puntaje.

—No quiero. —Simplemente repitió, notando su voz entrecortada y la nueva humedad en su rostro—. Sé que puedo enfrentar lo que sea que pase, pero... no quiero. Se supone que mi vida no depende de esto. Se supone que este no es el final.

—No lo es, amor. Esto no define nada.

—Entonces ¿por qué me siento tan ansioso? No quiero escuchar qué dirá Sangguk, ni tampoco su familia. No quiero felicitaciones, ni tampoco preguntas sobre qué estudiaré ni en qué universidad. No quiero toda esa presión.

—Podemos huir del país ahora mismo. Podemos escapar antes de que te hagan pasar por todo eso.

Algo revoloteó en su pecho antes de que se riera, alejándose del castaño solo para ver sus hermosos ojos. Era tan lindo, tan inocente. Era todo lo que necesitaba cuando sobre pensaba demasiado.

—Podríamos tenerlo todo en Europa. —Taehyung insistió, mostrándole sus dientes como si eso ayudara en algo, como si eso pudiera convencerlo.

—Solo seríamos un par de ilegales escapando de un lado a otro. —Negó con la cabeza y sonrió, cerrando los ojos por un instante.

—Hay formas de conseguir residencia en varios países, ¿sabes? —Su novio persiguió la idea, pasando los dedos por su pelo—. Podríamos conseguir una visa de trabajo y pagar los impuestos.

—Quizá podemos mudarnos a Seúl y ya —dijo en cambio, ofreciendo una idea más realista y, por ende, más intimidante.

Sabía que no estaban preparados para vivir juntos. Una cosa era que visitara constantemente la casa de Taehyung, metiéndose a la cama como si fuera de ambos, pero apenas llevaban tres meses de relación. El castaño ni siquiera sabía que era un maniático de la limpieza y que no soportaba compartir el baño —aunque Sungjin era mil veces peor—.

Romper y corromper﹔⁽ᵏᵗʰ ⁺ ʲʲᵏ⁾Where stories live. Discover now