₍₂₃₎ to meet

1.9K 171 96
                                    

V I E R N E S
04 .
09 . 15


El viernes había dejado de ser su día favorito hace años. Fue como si una mañana simplemente hubiese olvidado esa euforia infantil de recibir el fin de semana, esa emoción abrumadora de saber que al fin tendría tiempo libre para jugar.

En algún momento de su vida, todos los días se sintieron iguales. Igual de vacíos, igual de ajenos, igual de agotadores.

Entonces conoció a Jungkook.

Si bien sus primeras interacciones habían sido poco alentadoras, solo bastaron un par de semanas para que disfrutara esa dinámica de tira y afloja que ambos seguían fomentando. Ya no se trataba de insultarse constantemente, sino de bromear juntos, de reírse un rato y continuar con sus vidas.

Habían pasado varios meses desde entonces, pero su relación no era muy distinta a eso. Jungkook todavía entraba a su salón como si le perteneciera y tiraba una broma de mal gusto, aunque a veces solo se quedaba mirándolo desde el marco de la puerta.

Esa tarde fue así. Taehyung estaba terminando de organizar los pupitres cuando lo vio ahí, apoyado en la entrada con los brazos cruzados y una diminuta sonrisa en el rostro.

—Sí sabes que tenemos personas encargadas del aseo, ¿verdad?

El castaño no respondió en seguida. Solo acomodó las últimas mesas y sillas, procurando que todo estuviera en su lugar.

—Que les paguen para limpiar el colegio no significa que hagamos su trabajo más difícil o denigrante. Ya es suficiente con que tengan que limpiar la mierda de los niños ricos por un sueldo mínimo como para que también los profesores empiecen con sus estupideces. Si la sala estaba limpia y ordenada cuando llegué, lo mínimo que tengo que hacer es dejarla igual.

Jungkook no dijo nada al respecto, aunque su sonrisa se desvaneció poco a poco, casi hasta desaparecer, y luego simplemente creció, brillando de una forma diferente.

—Eres la mejor persona que he conocido —suspiró, entrando al salón con tanto cuidado que parecía que jamás había estado allí.

Cuando el muchacho cerró la puerta con pestillo y se giró hacia él, su corazón dio un salto que ni siquiera tenía sentido.

—Ahora que al fin somos novios —empezó, caminando directo hacia su escritorio—, supongo que no estaría mal si voy a tu casa más seguido, ¿cierto?

—Ahora que en serio somos novios... —Lo imitó, empuñando su bolso antes de que Jungkook llegara a su lado—. ¿Cómo lo digo?

—¿No puedes vivir sin mí? —El chico bromeó, pestañeando tantas veces como pudo.

—No puedes hacer esto —concluyó, tocando su nariz con un solo dedo antes de esquivarlo—. Pensé que te había quedado claro que tenemos que ser el triple de cuidadosos —agregó, abriendo la puerta nuevamente.

—Lo sé, lo siento —dijo, haciendo un puchero que Taehyung ni siquiera vio.

El castaño ya estaba frente a la escalera cuando el pelinegro lo siguió.

—Imagina que estoy haciendo una escultura del cuerpo humano. —No entendía por qué Jungkook estaba diciendo eso, pero lo dejó, caminando a paso lento mientras lo esperaba—. Una escultura del cuerpo masculino, por supuesto. No está bien visto que un hombre haga una escultura de una mujer desnuda, ¿sabes?

—¿Cuál es tu punto? —Intentó no reírse, pero lo hizo, negando continuamente con la cabeza.

—Supongamos que estoy haciendo esta escultura —repitió, moviendo las manos como si estuviera moldeando una cintura—. ¿Crees que sería mejor si... o tal vez debería...? No, no, ¡ya sé!

Romper y corromper﹔⁽ᵏᵗʰ ⁺ ʲʲᵏ⁾Where stories live. Discover now