Romper y corromper﹔⁽ᵏᵗʰ ⁺ ʲʲᵏ⁾

₍₁₀₎ let's kiss

V I E R N E S
03 . 04 . 15

Taehyung jamás había sido la clase de persona que evita socializar, rara vez se había negado a salir con sus amigos y estaba seguro de que nunca se había sentido tan nervioso por compartir con alguien más...

...pero ese alguien era Jungkook.

No importaba si era la primera o la décima vez que lo veía, sus manos siempre sudaban y no dejaba de morder su labio.

Estaba un poquito más que ansioso. Inquieto, en realidad, ordenando los cubiertos como si realmente fueran a usarlos, reacomodando los platos como si importara su ubicación y moviendo las hamburguesas de un lado a otro, cuestionándose hasta el más mínimo detalle.

—¿Cuál es la hora de siempre? —Jungkook le había preguntado cuando terminaron las clases, entrando a su salón como si nada.

Por suerte no había ningún estudiante —aunque su alumno ya lo sabía, por supuesto.

—¿Qué?

—Supongo que nuestra cita sigue en pie, ¿no? —Fue la única explicación que dio—. ¿Te parece si voy a cambiarme de ropa y luego nos vemos? Te prometo que no me tardaré.

Y su sonrisa había sido tan amplia y sincera que el castaño simplemente asintió, tomando sus cosas.

—¿Quieres que te vaya a dejar?

—No, hoy vine en bicicleta. —Empezó a caminar, restándole importancia con la mano—. Sangguk estaba apurado en la mañana así que no me esperó, y luego me atrasé demasiado para venirme a pie.

—¿De verdad me crees tan tonto? —Taehyung se detuvo frente a la escalera, mirándolo fijamente—. Bueno, tal vez sí lo sea, pero te conozco bien. —Y entonces avanzó, soltando una risita—. Apuesto que planeaste todo eso para venir en bicicleta, solo porque querías cambiarte de ropa en la tarde.

—¿De verdad me crees tan listo? —Abrió los ojos y la boca, exagerando, demostrando lo irónico que estaba siendo con cada músculo de su rostro—. ¡Como si supiera que Sangguk jamás llegaría tarde, aun si me quedo dormido y me atraso en el baño!

—¿Te diste un baño de tina, acaso?

—Deberías intentarlo alguna vez. —Asintió con la cabeza y respiró profundo, inhalando y exhalando—. Jamás había estado así, tan relajado.

Ambos se rieron, casi a escondidas, alejándose un poco al notar que aún había gente en los pasillos.

El profesor Min, por ejemplo, quien apareció al pie de la escalera, dándole un saludo cordial a su alumno antes de simplemente ignorarlo —sin malas intenciones, por supuesto—.

Después de todo, él solo estaba esperando a su amigo.

—Nos vemos luego. —Jungkook se despidió con una reverencia apresurada, alzando la vista solo hacia Taehyung, como si quisiera recordarle a qué se refería.

—Nos vemos. —El castaño respondió, sonriéndole.

Su alumno estaba feliz, demasiado feliz, y notar el brillo en sus ojos fue suficiente para que Kim se preguntara qué tan malo era eso, todo eso —lo que hacían, lo que sentían—, porque ver que el menor se alejaba a saltitos no podía tratarse de un error.

Sonreír con el recuerdo tampoco, ni morder su labio cuando al fin sonó la puerta.

Taehyung suspiró, intentando calmarse. Sus manos todavía sudaban, inquietas, pero igual esbozó la sonrisa más dulce y sincera que tenía, recibiendo al muchacho que ni siquiera lo miró antes de entrar.