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M A R T E S
07 .
07 . 15


Su alarma sonó como de costumbre, interrumpiendo su sueño a las 06:15 de la mañana.

«Mierda», habría jurado que el día anterior la había desactivado, incluso podía recordarse tomando su teléfono de mala gana —muy mala gana— para hacerlo, pero entonces vio sus notificaciones y todo se volvió difuso.

Buenas noches, Kim. Espero
que tengas una linda semana.

No pudo evitar que algunas lágrimas se acumularan en sus ojos, amenazando con caer mientras intentaba leer y releer el mensaje, mientras intentaba comprenderlo.

Solo pudo corresponder el saludo, tecleando un simple "tú también, Kook" que no alcanzaba a resumir todo lo que sentía.

Aún no sabía cómo decirle a Jungkook que el viaje se había cancelado.

Lo intentó, por supuesto que lo intentó, pero siempre se detuvo a medio camino. Incluso cuando había corrido a su cuarto después de hablar con Yoongi, se arrepintió, mirando la pantalla de su teléfono como si no supiera usarlo.

No entendía el motivo, ni tampoco entendía por qué seguía ahí, presionando su pecho y su garganta; pero ya no lo quería.

Necesitaba deshacerse de eso. Necesitaba avanzar.

«No tengas miedo» se dijo, cerrando los ojos con fuerza. «En serio mereces ser feliz» agregó, intentando recordar que su relación con Jungkook no era tan mala como alguna vez había pensado.

Al fin y al cabo, ninguno de los dos tenía malas intenciones. Eso debía significar algo, ¿verdad? Eso debía ser suficiente.

No quiso pensarlo más. Ni siquiera dejó que su mente interviniera cuando ya estaba buscando el contacto del menor, presionándolo, marcando, llamando, acercando el teléfono a su oreja con dedos temblorosos pero firmes.

Ya no quería seguir temiendo. Ya no quería darle tanto poder a los demás.

¿Aló? —La voz de Jungkook fue una dulce mezcla entre confusión y somnolencia, algo rasposa y algo inestable.

Taehyung simplemente sonrió, imaginándose los ojos a medio abrir y el cuerpo a medio reaccionar.

—Me quedaré, Kook. —Fue todo lo que dijo, soltando una risita melodiosa cuando el chico sonó perdido—. Me quedaré contigo —repitió, manteniendo su sonrisa tan amplia como siempre.

Pudo oír el sonido de un colchón rechinando con fuerza, casi con escándalo, y entonces supo que Jungkook ya no estaba en su cama. Tal vez estaba sentado o tal vez estaba de pie, pero definitivamente no estaba acostado.

Dime que esto no es una broma, por favor. —Su voz fue temblorosa, ansiosa, preocupada; casi al borde de la histeria—. Dime que no te arrepentirás mañana.

—Te juro que no me arrepentiré —dijo, respondiendo tan rápido que él mismo se asombró. ¿De verdad confiaba tanto en su decisión? ¿De verdad estaba tan seguro de lo que había dicho?

Mierda, Taehyung... —El muchacho sonaba alegre, aunque perdido. Un poco desconcertado, tal vez—. ¿Puedo ir a tu casa ahora?

—¿Ahora?

Quiero besarte. —Soltó una risita y probablemente asintió, mordiendo su labio después.

Taehyung tembló, sintiéndose pequeño. Una parte de él estaba aterrorizada, alarmada, escandalizada; pero otra parte vibraba de pura y simple alegría.

Romper y corromper﹔⁽ᵏᵗʰ ⁺ ʲʲᵏ⁾Where stories live. Discover now