₍₃₁₎ last day

2.5K 172 53
                                    

MIÉRCOLES
30 . 12 . 15


Jungkook no sabía que estaba quedándose dormido hasta que su teléfono vibró muy cerca de su pecho, sacándolo del trance en el que apenas estaba entrando.

Por suerte había puesto una alarma. Incluso si estuvo casi una hora repitiéndose que tenía que mantenerse despierto, ahí estaba él, sobándose los ojos mientras desbloqueaba su celular.

Eran las doce en punto cuando llamó a Taehyung, sosteniendo el teléfono con tanta fuerza que no sabía si estaba ansioso por todo lo que había pasado en las últimas semanas o porque realmente extrañaba a su novio.

Después de que Sangguk los descubriera, sus interacciones se habían reducido tanto que su pecho se encogía de solo recordarlo.

Sin contar el martes en el que todo estalló, solo se habían visto dos veces, una por cada sábado, y es que su papá dedujo demasiado rápido que los viernes usaba su tiempo libre para ver a Taehyung.

O al menos supuso que por eso lo llamó a cada media hora, pidiéndole hablar con Sungjin como si no hiciera más que escuchar su voz y cortar.

Su hermano solo decía algo como "sí, Jungkook sigue acá" de la forma más exhausta posible, casi sin ganas, y entonces Sangguk los dejaba en paz por otros treinta minutos.

«Quizá debí grabar su voz» pensó, riendo como si su mano no temblara mientras sostenía el teléfono muy cerca de su oreja.

Taehyung contestó casi al décimo tono, murmurando apenas un:

—¿Aló?

Jungkook apretó los labios en una sonrisa, imaginándose perfectamente el rostro somnoliento de su novio. De seguro ni siquiera tenía los ojos abiertos y su cabeza todavía estaba en su almohada, moviéndose lo suficiente para despeinarse.

—Bebé, soy yo. —Él también susurró, en parte porque Sangguk podía oírlo, pero también porque el momento se sentía tan íntimo, tan real.

—¿Jungkook? —La voz de Taehyung había despertado y, a juzgar por el ruido de las sábanas, él también—. ¿Qué pasa, mi amor? ¿Estás bien?

—¿Cómo que "qué pasa", Tae? ¡Es tu cumpleaños! —Sonrió incluso más que antes, todavía en un hilo de voz—. No hubiese podido seguir viviendo si no era el primero en saludarte.

La risita de Taehyung fue más grave que de costumbre, aunque no por eso menos adorable.

—Mi Jungkookie —dijo después, sonando tan añorante que el pelinegro compartió el sentimiento. Sus ojos incluso se llenaron de lágrimas—. Eres tan precioso, mi vida. Tan perfecto.

—Nunca me habías dicho así —señaló apenas lo notó, tomando el teléfono con mucha más fuerza—. Jungkookie. Suena tan lindo con tu voz.

—Tu hermano siempre te dice así. —Parecía como si quisiera sonar molesto, pero luego se rio, sonando simplemente feliz—. Jungkookie —repitió, su tono un poco más nostálgico.

—Te extraño tanto. —No lo aguantaba más, no podía ocultarlo. Ni siquiera entendía por qué lo había estado haciendo—. No sabes cuántas ganas tengo de estar contigo ahora mismo. Si pudiera me arrancaría por la ventana solo para darte un abrazo y muchos, muchos besos.

—Me encantaría que lo hicieras, pero es demasiado arriesgado, especialmente para ti. —Entonces soltó un suspiro tan largo que Jungkook terminó imitándolo, sintiéndose tan desanimado—. Lo mejor es que te duermas, bebé. Necesitas descansar.

—Me cuesta dormir sin ti, ¿sabes? —Le hubiese gustado que fuera una broma, pero no lo era. Le costaba dormir sabiendo que casi no tenía a Taehyung.

Romper y corromper﹔⁽ᵏᵗʰ ⁺ ʲʲᵏ⁾Where stories live. Discover now