Romper y corromper﹔⁽ᵏᵗʰ ⁺ ʲʲᵏ⁾

₍₃₀₎ hanging

El siguiente capítulo contiene
una escena de abuso sexual y de
poder hacia el protagonista en el
apartado "mediados de 2013".
Leer bajo su responsabilidad.

F I N A L E S
D E   2 0 1 3

Jungkook siempre había sido lo que esperaban de él.

Lógico, disciplinado, responsable, intachable, incluso un poco egocéntrico. Tenía las mejores calificaciones del colegio y también el mejor comportamiento. Era la fórmula perfecta para triunfar, para convertirse en el mayor orgullo de sus padres.

Lástima que fuera más humano que robot.

Todo empezó en navidad.

Ya era costumbre que fuera a la casa de su mejor amigo, sin importar la fecha. Siempre tocaba la puerta, como si los Kim no supieran que se trataba de él, y entonces abrazaba a todos los miembros de la familia, sintiéndose genuinamente bienvenido.

Ese día no fue diferente.

Jaebum todavía rodeaba sus hombros cuando llegaron a la sala principal. Solo aflojó su agarre cuando Yugyeom saltó sobre él y se aferró a su torso, diciéndole feliz navidad bajo la atenta mirada de su familia.

Aún no abrían todos los regalos, o eso fue lo que pensó cuando vio tres simples paquetitos debajo del precioso árbol.

—Son tuyos. —Su amigo murmuró al rato después, dándole un par de empujoncitos para que se acercara a sus papás.

El señor Kim le pasó el primero, deseándole lindas fiestas, y la señora Kim le pasó el segundo, agregando algo como "espero que te gusten" con una sonrisa que se parecía bastante a la de Jaebum, quien le entregó el último paquete.

Una libreta, unos audífonos y un suéter navideño que todos lo incitaron a ponerse entre aplausos y cancioncitas estúpidas. Cosas que seguramente valían poco, pero que él disfrutó con una sonrisa enorme y mucho, mucho agradecimiento.

Desayunó y almorzó con los Kim, usando el chaleco de lana que lo hizo sentir dentro de una película estadounidense. El ambiente, la alegría, el cariño; todo ayudó a que fuera la mejor tarde de su vida.

Lo que vino después... no supo cómo etiquetarlo.

Afuera estaba oscuro cuando pasó. Home Alone todavía sonaba de fondo, demasiado caricaturesco para su gusto, cuando de pronto no pudo oír más que un pitido agudo que nubló todo lo demás.

Yugyeom lo estaba besando con nerviosismo, casi con torpeza, y él solo pudo corresponderlo, deshaciéndose en su boca mientras los dos estaban recostados en la cama del menor.

No pasó mucho tiempo para la torpeza se volviera necesidad y todo fuera un borrón de movimientos y gemidos involuntarios que ojalá nadie hubiese escuchado, ni siquiera Jaebum que estaba en el cuarto del lado.

Se alejaron varios minutos después, mirándose con tanta intensidad que no supo cómo fue capaz de liberarse de las manos de Yugyeom y salir huyendo, despidiéndose muy rápidamente del par de adultos que lo detuvieron en el primer piso.

—Mi papá me llamó. —Fue todo lo que dijo, usando la única excusa que nadie cuestionaría.

Entonces corrió por las calles, al menos por una hora, y corrió incluso cuando llegó a su casa, subiendo las escaleras antes de que cualquier persona pudiera detenerlo.

Cuando por fin estuvo en su cama, suspiró, mirando el techo por tanto tiempo que le pareció más bajo y pequeño que de costumbre.

Él no era heterosexual, siempre lo había sabido. Cuando veía películas, cuando leía sus libros, cuando miraba a sus compañeros y pensaba que saldría con varios de ellos. Pero ser no-hetero también implicaba ser no-perfecto, al menos para los estándares de su papá.