25

456 37 15
                                    

Capítulo 25

Hola!! Espero que os guste el capítulo y perdón por tardar, es que estas vacaciones de verano han sido de todo menos vacaciones. ¡Me alegra ver que la historia tiene apoyo, ojalá siga así y cumpla vuestras expectativas! Ya sabéis que si queréis pasar por mis otras novelas, con temáticas completamente diferentes a esta, estáis invitadas! Besitos, nos leemos pronto. 

Parpadeo varias veces ante la pregunta de Nico, acabando por asentir. Él se lanza hacia mi para envolverme en un abrazo que hace que mi corazón se acelere, haciéndome retroceder para poder meternos en la habitación. Me quedo bloqueada unos segundos más antes de abrazarle de vuelta, cerrando los ojos.

De repente me siento como si hubiese podido volver a respirar de nuevo, como si pudiese gozar de unos segundos de tranquilidad más.

― Nico, ¿cómo te encuentras? ― la voz de Sanem retumba y nos invita a separarnos, pero él no suelta mi mano en ningún momento.

― No muy bien, pero bueno...

― Gracias por defender a Bri, de verdad. ― ahora es Nia la que habla. ― Seguro que todo sale bien, ya verás como no te expulsan.

Él se ríe. ― Ahora es un paso más allá de la expulsión, el cabrón pretende demandarme.

― Seguro que tus padres consiguen llegar a un acuerdo. ― Sanem vuelve a interrumpir. ― Y así Briana no tiene que testificar ni declarar, ¿o no lo crees?

Frunzo el ceño sin entender a esta chica, pero es Nico quien se me adelanta con un gesto interrogante. Nia pone una mano en el hombro de la morena y niega, pero esta ultima se remueve y libera, con un gesto contraído.

― Briana ha pasado por un infierno para poder volver aquí. Ese tío no es tonto y mucho menos actúa como uno, así que si quieres a nuestra amiga como aseguras, no la meterás en más problemas.

― Sanem... ― me interrumpe con una mirada.

― Él no la quiere contigo y ella depende de él. Sé que es asqueroso, retrogrado y espeluznante, pero es menor de edad y el no tardaría en mandarla a un internado a vete tu a saber dónde...y no estoy dispuesta a que ella se vaya sola, y menos aun con él.

― Sanem, ya basta. ― intervengo. ― Nico me defendió y mira su cara, lo mínimo que le debo es esto, da igual lo que pase conmigo.

Nia niega. ― No, es el momento de que mires por ti y no por nosotros. Ser así te llevó a protegerme y mira lo que pasó, dos veces no ocurrirá. ― ruedo los ojos. ― Nosotras haremos algo, diremos que vimos lo que paso...que Sanem vio algo.

La alarma de aviso para ir a cenar resuena, callándonos a todos. Agradezco ese momento para pensar un poco y tragar saliva, volviendo a mirar a Nico, pero este ha cambiado su cara.
Ahora esta serio, decaído y con ojos tristes.

Alza la mirada a mí y sonríe con tristeza, negando después. Le brillan los ojos y siento que mi corazón se hace más pequeño...porque percibo lo perdido que se siente ahora mismo. Yo estaba harta de sentirme así.

Las chicas deciden salir antes de la habitación, ofreciéndonos un espacio que agradezco enormemente. Le invito a sentarse y yo quedo de pie frente a él.

― ¿Por qué no me dijiste nada de eso? ― me encojo de hombros en respuesta. ― ¿Qué te hizo? ¿Qué coño está pasando con ese tío? ― niego y él se pone en pie. ― Dímelo. Briana, podemos denunciarlo...una cosa es ser tu tutor legal y otra es ser un abusador.

― Estas delirando, Nico, él no es eso. ― me llevo las manos a la cabeza. ― Tenemos que ocuparnos de la demanda...podríamos...

― Briana. ― sus manos bloquean mis brazos, mirándome fijamente. ― ¿Estas bien?

INSTRUCTOR | Timothée Chalamet |Where stories live. Discover now