INSTRUCTOR | Timothée Chalamet |

3

Al final nadie decidió hacer caso y terminamos en la discoteca en la que Nico había reservado, que resultó pertenecer a una de las cadenas de restaurantes que regentaba su padre.

Y bueno, hablando de todo un poco, Nico y yo habíamos terminado liándonos. ¿Cómo pasó? Pues yo bailaba con varias chicas y Sanem, Nia se había ido con Walls, y Nico y dos chicos más aparecieron. Todo empezó con preguntas básicas sobre si estaba pasándomelo bien, si no, si estaba feliz, si era muy guapa...y un gran ect que desembocó en nosotros apartados transpasandonos saliva enérgicamente.

Si que había tenido un "novio" mientras estuve con la señora Beauchene, pero tenia mis respectivos 14-15 años, sólo nos besabamos...con Nico se sintió diferente y eso me asustó. Huí cuando nos separamos y varios compañeros nos vitorearon, escondiendome en el baño de mujeres siendo seguida por Sanem.

― No pienso ir, me da igual. ― me sigo negando a sus intentos de sacarme de allí y afrontar la realidad. ― ¡Qué verguenza! ¡Es Nico, es ex de la amiga de Aileen! ―

― ¿Y qué problema tienes con eso? ―

― Pues que una amiga de Aileen. ― alzo una mano. ― Y yo ― alzo otra y ejecuto una balanza descompensada hacia mí. ― No es compatible. ―

Sin esperarlo Sanem me da una bofetada, girandome la cara completamente. Me deja boquiaierta y con lagrimas queriendo salir de mis ojos debido al reciente y creciente picor en mi mejilla izquierda.

― Escuchame, estúpida. ― me toma de la barbilla y me mira cara a cara. ― Tú vales más que Anne, para empezar. ― me quita varios mechones de la cara con suma delicadeza. ― Y además, ¿de verdad no te has dado cuenta? Nico lleva tras de ti desde que llegaste. ¿Por qué sino se iba a preocupar por ti como lo hace? Piensa. ―

― Me...has pegado... ― mi labio inferior tiembla y ella abre los ojos, abrazandome casi al instante. Abro la boca y comienzo a llorar de manera un poco exagerada, lo que la asusta más.

― Perdón, perdón, perdón. ― se separa y me examina la cara, limpiandome las lagrimas. ― Lo siento, se me fue la mano, perdoname. Solo quería que te valorases más, por favor perdón. ―

Tomo una respiración profunda y asiento, secandome los ojos con un trozo de papel. La miro y suspiro. ¿Nico estaba por mí? ¿Eso qué significaba?

Ambas salimos del baño cuando me calmo un poco más, encontrando a nuestros compañeros distribuidos por la zona VIP. Diviso a Nico pero hago como que no le he visto, intengrandome en una conversacion que desconocia.

Ya eran las cinco de la mañana y comenzaban a planear la entrada furtiva al colegio. No solíamos subir de vuelta por la lavandería, basicamente porque era imposible. Sí solíamos entra por la lavandería y de ahí recorrer los pasillos hasta llegar a las habitaciones sin ser descubiertos. Lo bueno era que a estas horas era más difícil encontrar a nadie despierto, no como a la hora a la que salímos, donde la mayoria estaban despiertos y husmeando.

― Bri, quiero hablar contigo. ― tocan mi hombro y me giro. ― ¿Vienes? Podemos esperar al resto fuera. ― tenía mi chaqueta entre sus manos, por lo que asiento y le sigo.

El aire fresco de la noche me resulta agradable, pero no lo hacia la facilidad con la que habia comenzado a temblar. Entre el frío y los nervios me iba a descomponer.

― ¿Te ha molestado lo del beso? ― Nico rompe el silencio, escondiendo sus manos en sus bolsillos y mirándome fijamente, con su boca escondida en el cuello alto de su chaqueta. Niego. ― ¿Por qué te fuiste? ―

― Tuve una emergencia, pero por mí está todo bien. ― sonrío y aparto la mirada unos instantes. ― ¿Para ti está todo bien? ―

― Claro. ― se ríe y despega la mirada de mí unos instantes. ― Te besé porque quería hacerlo desde que te conocí, aunque supongo que eso ya lo sabrías. ― se me para el corazón en ese instante. No era mentira. ― ¿Y esa cara? ―