Cuaderno de notas de Kate

2.7K 285 55
                                    

Disfruto de tu voz a cada momento del día, disfruto como te entusiasmás por cosas que son tan pequeñas que me hacen creer que eres la personas más fácil de hacer feliz en la tierra, aunque esa idea se esfuma rápido de mi cabeza cuando comienzas a ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Disfruto de tu voz a cada momento del día, disfruto como te entusiasmás por cosas que son tan pequeñas que me hacen creer que eres la personas más fácil de hacer feliz en la tierra, aunque esa idea se esfuma rápido de mi cabeza cuando comienzas a hablar sobre tu familia y como odias cada cosa que sale de su boca, a pesar de que no lo digan con mala intención ni sea dirigido hacía ti. Disfruto cuando me miras a los ojos mientras dices millones de palabras en un orden perfecto y sin tartamudear ni una sola vez, como si mí mirada no causará ningúna reacción nerviosa en tu organismo.

Aunque yo sé que algo hago en tí, cuando juegas con la tela de tus jeans rotos y tus palmas sudan levemente.

Siempre voy a verte correr cuando tienes entrenamiento porque se que te gusta verme allí, sentada en las gradas regalandote una de mis más sinceras sonrisas cuando pasas por delante de mí.

Es donde aprovecho para escribir estas cosas sobre ti, se que si las lees, en algún momento, correras de mi y no me hablaras por lo menos por dos semanas completas porque le tienes miedo a todos los sentimientos amorosos que tengo por ti, y en parte, los que tú tienes por mi pero quieres ocultar porque "no está bien".

A veces no me esmero mucho en lo que escribo, a veces tan solo describo como vas vestida y como tu cola de caballo se mueve al ritmo de tus pasos cada vez que pasas en frente de mi. Escribo sobre tu sonrisa siempre, porque es el único momento en el día donde casi nadie está mirando entonces puedes ser tu misma conmigo. Escribo sobre tus ojos celestes, que me miran coquetos y divertidos a la vez. Cuando hay un descanso de un minuto y te acercas hacía mí sudando y con la respiración agitada, me pides tu botella de agua y te la doy sin rechistar, dejando que mi cuerpo disfruté del roce de nuestras manos. Intercambiamos un par de palabras, me devuelves tu botella media vacía y vuelves a dónde está la entrenadora, quien ya estaba preparando los circuitos. Aprovecho para levantarme e ir a buscar más agua tibia para ti, porque no te gusta el agua muy fría, y al regresar ya estás saltando y corriendo por la cancha.

Yo tengo natación una hora antes que tú tienes atletismo, y cada vez que bajo las escaleras con mi maya ya puesta y terminando de acomodar mis anteojos para el agua, espero verte sentada en las gradas del lugar, con tu cuaderno de dibujo en tus manos y levantando la mirada para saludar con una sonrisa, esperando ansiosa por verme nadar. Pero eso jamás pasá, nunca vas.

No me molesto por eso, no es una obligación que tú vayas, pero a veces si me duele estar sola allí dentro. Y suele doler más cuando no hemos hablado en toda la mañana.

Una vez te pregunté porque no ibas a verme, y tú respondiste: «Seria raro, ¿No lo crees?. ¿Que pensaría la gente si siempre voy a verte y tú me vas a ver a mi?... así es, pensarían que somos lesbianas o algo así, raro».

Se que no lo dijiste de mala forma, con intenciones de herirme, pero ese día me sentí terriblemente mal cuando llegué a casa. Me sentí sucia y me quise obligar a creer que era porque aún no me había duchado y el cloro de la piscina seguía estando en mi piel.

Sin embargo esa noche entraste a escondidas por la puerta de atrás de mi casa, asegurandote de que todos estén durmiendo, y subiste a mi habitación con intenciones de besarme toda la noche y olvidarte del mundo para concentrarte solo en mí.

Me confundiste, una vez más. Pero aún así te bese como querías que lo hiciera.

¿Sabes? Son esas las noches que más disfruto, no por el placer ni nada de eso, si no por ti.

Cuando estamos solas, sin nadie mirando, solo con la luna guardando nuestro más oscuro secreto, con tu puerta cerrada con traba y con Artic Monkeys sonando de fondo, muy suavemente, tus labios besando los míos sin timidez, mis manos quitando nuestra ropa y arrojandola al suelo sin importarle que a la mañana siguiente, cuando me heches de tu casa diciendo: «Mamá no puede verte aquí, y yo tampoco», no logre encontrarlas y me termine yendo con la mitad de las prendas con las que fuí.

Finalmente, luego de tanta espera, somos nosotras juntas otra vez. Aunque nadie lo sepa, ni nadie nos escuche, yo sé que lo somos. Y créeme que ver tu sonrisa más sincera mientras sueltas una carcajada de adrenalina por hacer algo "no correcto" pero que se sentía tan bien, una vez más, es lo mas lindo que me pudo pasar en toda la noche.

Porque me encanta como dejas todo de lado y te concentras en solo una cosa, en mí, por fin después de tanto tu solo te fijas en mi.

Y se que disfrutas de hacer algo prohibido, te encanta sentirte como una criminal por una noche, porque lo veo en tus ojos, estos brillan más que nunca y por fin pueden verme como realmente quieren hacerlo, no como si fuera tu amiga y ya.

Pero toda la ilusión de que quizá podamos llegar a ser algo desaparece a la mañana siguiente, es más, ya va desapareciendo cuando nos dejamos caer sobre tus suaves sábanas con tu aroma dulce impregnado en estás, y me das la espalda sin siquiera decirme «Buenas noches». Desaparece todo cuando me despiertas sacudiéndome diciendo que me tengo que ir, salvó por las veces que solo somos nosotras en tu casa, dónde ahí si me tratas con dulzura.

Luego de eso no me hablas por horas, como me gustaría saber en qué es lo que estás pensando, si me tienes presente en tu mente como yo siempre te tengo a ti.

A veces me siento tan harta de fingir que somos solo amigas, de que tú finjas que jamás nos besamos ni jamás nos tocamos, de que finjas que solo soy tu mejor amiga. Tan harta que me dan ganas de regalarte este cuaderno en el que escribo desde la primera vez que nos besamos por primera vez en los baños del colegio, dónde escribo cada uno de mis sentimientos por tí y que los leas y no corras como siempre haces, que te quedes.

Y se que te da curiosidad saber que tanto escribo aquí, porque millones de veces me lo haz preguntado y no e sido capaz de decir la verdad, pero eres demasiado respetuosa como para insistir hasta que te deje leer al menos una hoja.

¿Porque no puedes ser más insistente? No sabes cómo me ayudaría, en serio.

Pero se que jamás vas a querer ser algo más que amigas, aunque te muestre este libro y te enseñe todo lo que siento por ti, aunque te ruegue de rodillas que nos des una oportunidad, aunque te asegure que esto no está mal, que por lo menos no está mal para mí.

Siempre me verás como tú mejor amiga, y en secreto como la chica de la noche, y yo eso no lo voy a poder cambiar nunca.

Por lo mientras seguiré escribiendo sobre tí, porque amar no es un crimen y yo no soy un criminal por amarte a ti.

Por lo mientras seguiré escribiendo sobre tí, porque amar no es un crimen y yo no soy un criminal por amarte a ti

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Léeme En Braille, Mia [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora