13-| Yo y por qué quiero besarla?!

3K 301 126
                                    

Odiaba nadar, odiaba las piscinas públicas, odiaba a las gorras de mis compañeras que me alcanzaban en las carreras y me pasaban a patalear en la cara como si yo no fuera nadie

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Odiaba nadar, odiaba las piscinas públicas, odiaba a las gorras de mis compañeras que me alcanzaban en las carreras y me pasaban a patalear en la cara como si yo no fuera nadie.

No Catalina, no tenía ganas de sentir tus pies medios amarillos en mi rostro, suficiente tenía con tener la piel medio porosa por los granos que me habían salido aquella semana.

Además que el cloro me estaba haciendo arder los ojos como la mierda, y por alguna razón me hacía picar las piernas y los brazos. Además que la maya me estaba apretando las tetas y el culo, mierda, odiaba usar mayas.

Hoy no estaba feliz, hoy estaba enojada.

Presentía que me estaba por venir porque mis tetas dolían más de lo normal y por la mañana casi me largo a llorar por el dolor de ovarios. Algunas veces odia ser mujer.

«Tu odias todo»

Si.

Terminé de dar una última brazada y me aferre al borde de la piscina, mientras mis compañeras daban una vuelta americana y seguían haciendo la siguiente pileta de espalda.

Para emoción ni siquiera saliste a respirar.

Solté un suspiro, dejando caer mi frente arriba de mis brazos, mis mejillas ardían y mi pecho dolía por mis bruscas respiraciones.

Me comenzaba a marear.

«Uh, ¿La quedamos acá mismo?»

¿Se imaginan? Sería divertido, imaginen las caras de todos al verme caer desmayada al fondo de la piscina, y morir allí ahogada.

Pues sería una rápida forma de morir, ya que.

—¡Miller! ¡¿Que hace holganazeando allí?! ¡¿Cree que es el club de ajedrez o que?! ¡Nade que todavía le falta una pileta más!— me gritó la entrenadora, sin piedad alguna.

¿Que acaso no notaba que me estaba muriendo allí?.

«Un día más y termina la semana Kate, un día más»

Parece demasiado, ¿Sale fingir muerte y escapar a Estados Unidos?.

Levanté la mirada hacia la entrenadora, aún jadeando, y detrás de ella pude ver a una sola persona sentada en las gradas.

Tenía un libro en sus manos y pasaba su dedo índice por arriba de cada página, su rostro reflejaba concentración y negación al mismo tiempo, su cabello recogido en una desprolija cola de cabello, y su uniforme estaba perfectamente acomodado.

«¿Quien soportaría este calor infernal? ¿Quien se pone el uniforme tan correctamente?»

¿En serio lo preguntas? Solo hay una persona así en este mundo.

Mia.

Fruncí el ceño levemente al verla allí, ella ni siquiera se inmutó de mi mirada por lo concentrada que estaba en el libro, desde aquí no podía ver el título de este, pero estaba segura de que era nuevo, no lo había visto en su biblioteca.

Léeme En Braille, Mia [LIBRO 1]Where stories live. Discover now