Léeme En Braille, Mia [LIBRO 1]

26-| Va a ser un largo viaje a casa

Seguía en el regazo de Mia, no quería moverme porque sabía que eso implicaría explicarle porque el repentino abrazo, y no podía simplemente decirle que me sentía totalmente confundida en esos momentos sobre mi orientación sexual.

Al principio creí que simplemente me gustaba Alana porque ella era la excepción, porque éramos mejores amigas y porque habíamos conectado muy rápidamente, creí que era ella y solamente ella pero ahora con Mia las cosas son diferentes.

Mi corazón solo se aceleraba con Alana, mis manos temblaban y sudaban de los nervios, balbuceaba al hablar y sonreía como tonta cada vez que la veía, era tan obvia que no me extrañaba que ya muchos supieran sobre mis sentimientos por ella. Ahora todas esas cosas también las siento con Mia, con la misma intensidad que con Alana e incluso descubrí nuevas cosas de mi que siempre creí que no tenía, personalidades escondidas muy dentro de mí.

Por ejemplo: jamás me convertí en una persona celosa porque siempre dije que los celos son tóxicos. Pero el solo hecho de pensar que cualquier otra persona se pueda acercar a Mia como yo lo hago me hace hervir la sangre. Cuando vinieron los amigos de Olivia y Jason por ejemplo, esa Alyssa ¡Dios! Me sigue molestando siquiera pensar en que ella si pudo tener una oportunidad de tener algo con Mi.

O con Hanna hoy por la mañana, yo sabía que tipo de persona es Hanny y de todos modos me puse celosa, pero verlas murmurar y reír como si estuvieran hablando de la cosa más divertida del mundo o como si yo no estuviera ahí me reventaba.

¿Un ratón compartiría su queso con otro ratón por más hambriento que este? ¡No! ¿Porque yo tenía que compartir a MI queso si es solo mío?.

«¿Estás comparando a Mia con un queso? Estás siendo algo posesiva»

¡Ya ves! Yo jamás fui así, ni siquiera cuando algún chico se acercaba con otras intenciones hacia Alana, en esos momentos me sentía triste porque sabía lo que pasaría luego de un par de minutos.

La verdad no sabía cuál de los dos sentimientos prefería: celos o tristeza. Vienen agarrados de las manos, si sientes tristeza siente celos por todas esas personas que están felices y satisfechas con sus vidas, y si sientes celos te sientes triste y culpable por lo que estás sintiendo.

Me asustaba sentir todo aquello por alguien que fuera, bueno, una chica. No por homofobica ni por nada de eso, si no porque no me gusta la sensación de sentirse bien pero culpable cuando todos esos pensamientos destructivos llegan a mi mente.

No me enseñaron diciendo: algún día tendrás una novia y estarás totalmente perdida por ella, no recordarás ni tu nombre. No, me criaron cargandome y diciendo que algún día iba a tener que presentarle a mi padre mi novio y este se pondría extremadamente celoso por su pequeña abejita.

Entonces ¿Cómo no iba a sentirme confundida si nunca me enseñaron correctamente que estaba bien o que estaba mal? Jamás me dieron la opción de salir con una chica, ni siquiera sabía que eso podía pasar hasta que conocí a Alana, o bueno, a sus labios por primera vez.