Léeme En Braille, Mia [LIBRO 1]

19-| Traje helado para aliviar las penas!

Desde el momento en que Mia huyó de la escena molesta no pude volver a estar de buen humor, la había buscado por todo el instituto pero no había rastros de ella, la había llamado más de 10 veces y nada, claramente le mandé mensajes que NI EN VISTO ME LOS DEJÓ y había preguntado sobre ella con personas que la conocían de algunas clases pero tampoco la habían visto.

Pensé en hablarle a Elías y preguntarle si la había pasado a retirar o algo así, pero no lo hice porque quizás Mia no quería que él se enterara que la molestaban por no poder ver. Si fuera en otro momento le hubiese preguntado, pero sentía que ya la había embarrado lo suficiente como para seguir haciéndolo.

En realidad no sentía que había hecho algo malo, se podría decir que me cansé que molestaran a Mia todo el tiempo y que ella no hiciera nada, por eso fue que quise defenderla pero, ahora que lo pensaba, tal vez no fue una buena idea.

Cómo dijo ella; solo quieren atención. Una atención que yo les había dado al demostrar que me molestaba lo que hacían, y los más probable era que no iban a frenar ahora solo por qué yo haya dado un golpe, las cosas iban a empeorar ahora para Mia porque iban a buscar venganza para Karla.

A la pobre la tuvieron que llevar al hospital por su nariz.

«Pobre mi burro. Esa chica de pobre no tiene nada»

«Pobre tu porque vas a tener que limpiar sangra y piel falsa del auditorio por tres semanas»

Ni me lo recuerdes que me pongo a llorar aquí mismo.

También, antes de salir para mí casa cuando el timbre de final del día sonó, fui a disculparme con el director por como le había respondido y por mi comportamiento para nada amable. Estaba bien que ya lo conocía bastante y todo eso pero no podía ir y tratarlo como si fuéramos súper amigos porque no era así.

O bueno, 50/50.

No le dió mucha importancia y dijo que me veía mañana luego de clases para explicarme cómo debía limpiar y con que.

De tan solo pensarlo me daban ganas de llorar, si, esa era mi forma de desahogarme.

Con Alana no nos volvimos a cruzar ni siquiera en el almuerzo, Kevin no había perdonado a Francy (razón que desconozco por el momento) y este hizo toda una escena para terminar diciendo que era un mal agradecido y que ojalá no volvieran a hablar nunca, Kev se disculpó conmigo y se fue de la mesa dejándome sola con Hanna, quien al ver mis intenciones de preguntarle que sucedía, huyó como cobarde soltando una risa nerviosa y dejando un casto beso en mi mejilla.

Básicamente almorcé sola, lo cual no me gustó para nada.

«La próxima les hacemos lo mismo»

Si, claro.

Al volver a casa tomé una ruta diferente a la que solía tomar, me subí al bus y me bajé en la parada de Mia, quise ir a su casa y suplicarle que me perdonara, pero me acobardé cuando estaba apunto de tocar su puerta, estaba vez fuí yo la que escapó cuál cobarde.