EGDDEZ [R]

5 - He-Miao

Los ojos de gato de Fang He se abrieron de par en par y miraron a Li Zhen con grandes expectativas. ¿Regresas después de un cambio de opinión? ¡Llévame, nunca te arrepentirás!

Li Zhen bajó la cabeza y miró al gatito. Sus brillantes ojos verde claro que casi brillaban fueron extremadamente gratificantes.

De hecho, hoy estaba muy ocupado en el trabajo, pero a diferencia de lo que sucedía en el pasado, no puede dedicarse plenamente a trabajar y siempre pensaba en este gatito de vez en cuando. Este gatito es diferente a cualquier mascota que ve habitualmente. Hay un encanto muy inteligente e inteligente en sus ojos. El momento antes de que finalmente dejara la tienda de mascotas, parecía haber una sensación de pánico ansioso en los ojos de jaspe del gatito.

Li Zhen completó apresuradamente su trabajo del día, proporcionó información más detallada sobre la escena al capitán detective y se apresuró a ir. Afortunadamente, vino, de lo contrario no sabe adónde iba el gatito nuevamente.

Fang He lo miró expectante por un momento, pero no vio ninguna reacción de Li Zhen y estaba ansioso. Si no quieres adoptarlo, ¡ten la amabilidad de dejar que se escape para ganarse la vida! ¡Mañana es el fin del mundo, y volver a ponerlo en la jaula sería matar a este gato!

El comerciante de allí finalmente se ocupó de las patas del gato atigrado y puso al gato en el transportín que había dejado el dueño. Cuando levantó los ojos para ver a Li Zhen, las comisuras de su boca se movieron y sonrió rígidamente, luego dijo: "Eres tú, ¿necesitas algo?"

Li Zhen sostuvo a Fang He en su mano y levantó la mano, “¿No te pedí que le buscaras un dueño? ¿Por qué lo dejaste escapar de nuevo?"

El comerciante finalmente reaccionó y vio al gatito en la mano de Li Zhen. Sonrió rígidamente y miró hacia la jaula del gato. Se estima que en algún momento se rayó. Este gatito está realmente contra el cielo, pero todavía tiene que caminar y volver a poner la cerradura.

Fang He casi quería llorar sin lágrimas cuando escuchó esto. Tuvo tanta mala suerte. ¿Este Li Zhen va a dejar que el comerciante lo cierre y espere a que otros vengan a comprarlo? Miau, ¿cómo puede funcionar esto? Fang He, quien de repente fue impulsado por espíritus malignos, rascó la muñeca de Li Zhen con una garra. ¡No te creo, déjalo ir!

Li Zhen estaba rayado. Después de una pequeña pausa, giró el cuerpo del gatito y miró los ojos del gatito que parecían abrirse con ira. Levantó la ceja. Debido al aura sofocante en su cuerpo provocada por la autopsia, estas mascotas, sin mencionar que lo rascaron, solo al ver su sombra, probablemente desaparecerán de inmediato. Este gatito realmente sorprendió a Li Zhen. No solo no tuvo miedo, sino que se atrevió a resistir. Li Zhen retrajo su mano que fue arañada por el gato. Sosteniendo al gatito en una mano, frotó el cuello del gatito con dulzura.

No podía creer que no lo dejó ir, Fang He luchado por estirar la pata del gato. Justo cuando estaba a punto de rascar la otra mano de Li Zhen, un hilo rojo cayó sobre su cuello, dejando a Fang He estupefacto. Mirando la campana con corazón de melocotón[1] que colgaba de su cuello, las patas de gato juguetearon con ella y luego vieron que estaba manchada con la sangre de Li Zhen. De repente se sintió débil.

Fang He levantó los ojos y vio a Li Zhen sonreír levemente. Aunque su sonrisa todavía se sentía como una burla, Fang He comprendió claramente lo que quería decir. ¡Este chico guapo con cara de Yama planea adoptarlo! Fang He quería rodar en el acto.

Li Zhen enarcó las cejas mientras miraba la campana con núcleo de melocotón que llevaba el gatito. Está bien. Esta cosa le fue entregada por su hermana mayor. Estaba hecho de semillas de durazno. No hace ningún ruido, pero el aspecto tallado a mano era bastante delicado. Esta cosa le fue obligada por su hermana mayor, quien le ordenó que la llevara consigo. Ella dijo que había pedido su fortuna a la montaña, y dijo que su profesión atraería el mal, y que había tenido un desastre sangriento este año. Así que le compró una campana de hueso de melocotón en la entrada del templo para ahuyentar a los espíritus malignos.