EGDDEZ [R]

95.2 - HE

Fang He revolvió todo el laboratorio y finalmente encontró una habitación oculta debajo. Esta habitación no estaba en la estructura original del edificio proporcionada por el Viejo Chen. Si no fuera por Xiao Sang señalando claramente hacia abajo e intentando expresar su significado, le habría sido difícil descubrirlo.

Después de romper el suelo de la habitación de arriba, Fang He se sorprendió al encontrar que debajo había un profundo barranco vacío, y las dos habitaciones que contenían a los sujetos experimentales estaban incrustadas en las paredes de piedra a ambos lados.

Fang He quería salvar a las personas, pero Xiao Baiqiu lo detuvo de inmediato cuando el magma caliente brotó del profundo barranco, extendiéndose hacia ellos en un instante.

Él no sabía si el magma debajo era obra de Cheng Qidong. La capacidad de fuego de Wang Che solo podía suprimirlo un poco, así que Wei Panjiang y el Viejo Wei rápidamente construyeron un puente de vid que estaba en peligro de incendiarse en cualquier momento.

Fang He miró a los niños a lo lejos. Apretó los dientes, entró en el espacio y volvió a su forma humana. Rápidamente se vistió y salió corriendo. Levantó el pie y pateó a Wei Panjiang. "¡Llévate a la gente en grupos primero, yo iré a salvarlos!"

"¡No! ¡Es demasiado peligroso!" Wei Panjiang intentó alcanzar el brazo de Fang He, pero la velocidad de Fang He era demasiado rápida. Con una velocidad de nivel cuatro, le resultaba imposible alcanzarlo.

Wei Panjiang solo vio un fantasma que desapareció en un instante, y luego apareció en el lado opuesto del magma en erupción. Al siguiente momento, estaba cargando rápidamente a los niños uno por uno, pisando el puente de vid de Wei Panjiang y corriendo hacia el otro lado.

No pasaron más de unos segundos y solo quedó un niño al otro lado. Fang He cargó al niño en su espalda y corrió hacia el otro lado cuando de repente sonó una explosión violenta. Li Zhen, que había escapado de la ilusión, siguió inyectando poder en el meteorito, por lo que no solo Cheng Qidong, sino también el meteorito habían alcanzado su límite. Cheng Qidong y el meteorito explotaron uno tras otro, y todo el laboratorio tembló. Junto con el daño causado por los mutantes que se autodestruyeron, el laboratorio colapsó rápidamente.

Wei Panjiang miró con horror la roca que había sido volada por la explosión. Era demasiado tarde para detenerla, y arrastró a Fang He y al último niño directamente a las profundidades del magma.

"¡Pequeño líder!" exclamó Wang Che. Dio un paso adelante y trató lo mejor que pudo de aumentar su capacidad para suprimir la temperatura del magma, sin darse cuenta de que el magma ya se había extendido hasta sus tobillos.

En ese momento, la figura de Li Zhen apareció al instante. Wang Che y los demás ni siquiera tuvieron tiempo de hablar cuando Li Zhen se sumergió directamente en el magma, y el magma se enfrió al instante. Aunque todavía estaba en estado líquido, la temperatura abrasadora había desaparecido por completo.

Wei Panjiang se quedó atónito por un momento, luego las enredaderas se levantaron rápidamente, rodeando a los niños que habían sido rescatados, y luego agarraron a Wang Che para retroceder. "No le impidan salvar a las personas, ¡retrocedamos primero!"

Sus palabras apenas habían caído cuando un chorro de lava salió disparado, pero solo Li Zhen salió. Li Zhen estaba sombrío y desolado, como si quisiera destruir el mundo entero.

"Gran líder, pequeño líder, él..."

Antes de que terminara de hablar, él y Wei Panjiang, junto con más de una docena de niños, fueron arrojados fuera del laboratorio con una gran fuerza.