Good To Love 2 | Han Jisung

8. Contar y ocultar

Martes

Narrador externo

— ¡Pero no puedes ir en serio!

— ¡De verdad que sí, Changbin! - Exclamó Lana a su a teléfono móvil, el cual sujetaba junto a su oreja mientras caminaba hacia la facultad. Recibía alguna que otra mirada curiosa de transeúntes con los que se cruzaba que se preguntaban en qué idioma estaba hablando.

— ¡No me lo creo!

— ¿Qué puedo hacer para que me creas? ¡Ya te reenvié el email y todo!

— ¡Júramelo por Berry!

— ¡Te lo juro!

— ¡Y por el helado de chocolate!

— ¡También!

— ¿Y por los pijamas con pelito dentro?

— Te lo juro.

Changbin golpeó la mesa de la habitación. — ¡Me estás tomando el pelo!

La rizada soltó la risita que llevaba todo este tiempo conteniendo dentro y suspiró.

— Eres imposible. ¡Créetelo de una puta vez!

Hubo un silencio de unos cinco segundos al otro lado de la línea, en alguna habitación de algún hotel en San José.

— ¡Madre mía, vas en serio! ¡C-Cuando maldices siempre vas en serio!

— ¡Claro que voy en serio!- Exclamó incrédula, aunque continuó riéndose.

— ¿Así que vas a venir aquí a finales de marzo a estudiar? ¿Y no puedo dejar que Hyunjinnie lo sepa?

— Exacto.

— O-Oh, Dios, está empezando a hacer demasiado calor aquí dentro.

Lana volvió a reírse de nuevo. Y después otra vez. La entonación de su voz le parecía muy divertida, se podía notar el shock.

— Me muero de ganas de verte, Changbin.

— Más te vale no haber crecido.

— No prometo nada - Vaciló. Él moreno no pudo evitar soltar una carcajada.

— ¿A quién se lo has dicho ya?

— A Chan y a Jeonginnie. Has sido mi tercera llamada.

— ¿Debería sentirme especial?

— Yo creo que sí.

Chasqueó. Lana pudo visualizar su sonrisa ladina a la perfección. — ¿A quién vas a llamar el siguiente?

— Tengo diez minutos antes de entrar a clase - Dijo a la par que miraba su reloj de muñeca. - ¿Quién crees que me otorgará la llamada más rápida?

— Minho - Respondió sin reflexionar ni un segundo. - En el más extremo de los casos te responderá con un "ah, bueno saberlo" y se terminará la llamada. Oh, y te colgará él.

— Creo que tienes razón - Afirmó tras soltar una carcajada. - Pues debo seguir llamando. Me ha gustado mucho charlar contigo. ¡Suerte en el concierto de mañana!

— Gracias, Lanita. Nos vemos pronto.

— Nos vemos pronto - Repitió con una sonrisa en su rostro.

Al colgar, la chica sintió la necesidad de soltar todo el aire que residía en su pecho en un suspiro. Las cornisas de sus labios parecían sujetas hacia arriba con pinzas, como si se tratara de una prenda colgando de un tendedero. Estaba animada, tratando de apartar todos sus miedos a un lado. Era de día, hacía sol: reinaba la positividad en el ambiente.