[1ª temporada en mi perfil]
El tiempo ha transcurrido desde que Lana se subió a aquel avión para no volver, alejándose del lugar que le enseñó la importancia del presente.
Todo parece haber cambiado desde entonces. Aquellos chicos especiales que con...
"No diré que te echo de menos, porque quiero comenzar, desde ahora, a convencerme de que no lo hago. Se quedará, por siempre, en mis labios sellados, entre mi pensamiento lógico destruido y en mis manos que tiemblan. Me prometo a mí mismo que lo lograré, que aprenderé a vivir con el vacío hasta olvidarme de cómo era vivir antes de tenerlo.
Adiós a las estaciones que han marcado un año de tu partida, adiós a esta camisa que solo ayuda a mi autodestrucción, adiós a la persona con los ojos más brillantes que siempre merecerá algo mejor.
Pasé un otoño, un invierno, una primavera y un verano contigo. Pero da igual el paso de las estaciones, porque desde que te fuiste, siempre será el fin del verano".
— Han. Capítulo 95.
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Lana
Lo confirmaba: seguían sin gustarme las discotecas. Demasiada gente, demasiadas luces, y demasiada música tecno que no me gustaba. Sin embargo, pese a ese desagrado por las discotecas, esta fiesta no estaba yendo nada mal. Es más, estaba siendo muy divertida.
Alicia y yo nos preparamos en mi habitación. Nos maquillamos, nos arreglamos el pelo y nos pusimos nuestros vestidos, el suyo rojo, el mío negro, mientras teníamos nuestra playlist compartida de fondo. Antes de salir, nos hicimos una pequeña sesión de fotos con su teléfono.
Después de eso, nos reunimos con Yangmi, Misuk, Iseul, Soobin, Yeonjun, Beomgyu, Kai, Taehyun y fuimos a cenar a un restaurante de Itaewon antes de ir a la discoteca. Cenamos barbacoa, bebimos soju con sabor a manzana y estrenamos la noche de muy buena manera. Alicia, ahora ya era bastante fluida en coreano, pudo hablar más con ellos que la vez anterior cuando les presenté en Akaraka, el festival de la universidad. Además, como era muy fan de la moda, estuvo hablando con Yeonjun durante un buen rato de camino a la fiesta sobre los mejores productos de belleza.
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En la discoteca conocimos a algunos amigos de los demás, nos juntamos un rato con los de la residencia de estudiantes, vi a gente de clase... Alicia tenía razón: parecía ser una fiesta de la que se había corrido mucho la voz. Además, el local era enorme. Tenía dos plantas y tres salas con diferentes tipos de música, y había traído a DJs supuestamente muy reconocidos.
Sobre las cuatro de la mañana los diez coincidimos en que estábamos cansados de tanta muchedumbre y terminamos en un bar unas calles abajo con espectáculos de drag y burlesque. Fue la manera más inesperada, pero increíble, de terminar la noche.
A las seis, a una hora de que comenzara a amanecer, los diez nos despedimos, prometiendo pasar todas las fotos y vídeos de la noche al grupo que habíamos creado donde estábamos todos, y nos dividimos en taxis. Alicia y yo montamos en uno en dirección a la residencia.
