Lana
— ¿Estás segura?
— Sí, Chan - Respondí. - Ahora mismo no puedo pensar con claridad.
Pese haber escuchado el sonido de la sábana y saber que se había girado hacia mí, yo me quedé dándole la espalda con los ojos fijos en la pared. Odiaba estar enfadada, y sabía que si Chan y yo nos poníamos a hablar ahora mis palabras podrían sonar muy amargas. Tenía un cúmulo de emociones en mi interior exasperante. Un gran huracán alteraba mi pecho y lo comprimía hacia dentro, y hacia dentro, y hacia dentro...
Necesitaba un rato para tranquilizarme y buscar la manera de entenderle, porque en ese instante lo único que podía pensar era en lo ridícula que me sentía.
— Vale - Suspiró. - Pero si cambias de opinión, aquí estoy.
— Okay.
Al responder aquello, inmediatamente sentí ganas de llorar. Apreté mi rostro contra la almohada y traté de no hacer ningún ruido.
Sabía que Chan se había quedado despierto toda la noche. Y estaba segura de que él sabía que yo también. Prácticamente no había dormido nada, solo pequeñas cabezadas. En una de ellas, abrí los ojos y vi que ya había amanecido por completo. No notaba el peso de Chan al otro lado y al girarme para comprobar, vi que efectivamente ya no estaba.
Me dolían los ojos, me sentía cansada por todo el cuerpo. Era una lástima no haber aprovechado la cama, porque era muy blandita y suave. Me quedé tumbada mirando al techo hasta que escuché gritos difusos en la habitación contigua, donde dormían Hyunjin, Minho y Félix.
Me puse las gafas que estaban en mi mesilla y chequeé la hora en mi móvil, las 8:23. Me puse en pie, notando bajo mis pies descalzos el frío parqué y fui a chequear lo que pasaba. Al abrir la puerta, vi en el pasillo a Seungmin asomando la cabeza a esa habitación. Los gritos ahora eran más claros.
— ¡SEUNGMIN-AH! - Era sin ningún tipo de duda un quejido/llanto/berreo de Minho.
Seungmin solamente se reía. Al apartar la cabeza, me vio.
— ¿Te hemos despertado?
— No, estaba ya despierta - Respondí. - ¿Qué está pasando?
— Me han pedido que baje la persiana y en vez de eso les he apagado el aire acondicionado.
— Tienes una mente retorcida.
— Y se acentúa por las mañanas.
Solté una risita y escuché a Minho llamarme. Me asomé por la puerta y vi a los tres tapándose los ojos y escondiendo sus rostros bajo las sábanas, cegados totalmente por el sol que entraba por su terraza. No pude evitar reír.
— Parecéis vampiros - Señalé.
— ¡Se me queman las retinas! - Lloró Félix.
Entré en la habitación, todavía riéndome por el panorama, y bajé la persiana. Seungmin, que tenía el mando del aire acondicionado en la mano, se rindió a la causa y volvió a encenderlo. Los tres me agradecieron.
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Good To Love 2 | Han Jisung
Fanfiction[1ª temporada en mi perfil] El tiempo ha transcurrido desde que Lana se subió a aquel avión para no volver, alejándose del lugar que le enseñó la importancia del presente. Todo parece haber cambiado desde entonces. Aquellos chicos especiales que con...