28. Una última cosa

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Narrador externo

Chan - Lana balbuceó. - Han ya se ha ido.

Todavía estaba sentada en el suelo y sujetaba el teléfono con la mano temblorosa. No le hizo falta decir nada más, pues imaginaba que si Han le había preguntado por su número de habitación, Chan estaba al corriente de todo.

— Quise llamarte ayer, pero no quería agobiarte - Fue lo primero que dijo él, su voz sonando suave y pequeña. - ¿Debí haberlo hecho?

— No te preocupes, Chan. Hiciste bien. Necesitaba tiempo a solas.

Chan le envió una mirada a Félix, que estaba sentado a su lado en el salón. El pecoso asintió y observó como Chan se marchaba a la terraza y cerraba la puerta para tener más privacidad. Félix, preocupado, se preguntó cuánto le quedaría a Han para llegar. Le vio marcharse, pero no sabía adónde. Ahora creía que lo sabía.

— ¿Estás bien? - Chan preguntó mientras se sentaba en una de las sillas que tenían fuera. - ¿Necesitas que vaya allí?

— No hace falta - Respondió. - Dentro de lo que cabe, resolvimos lo que ocurrió ayer. Cuando me dijo lo que pasó, y yo exploté.

Chan se mantuvo en silencio, escuchando con atención a Lana y midiendo cuánta tristeza cargaba su voz. La brisa balanceaba su pelo, él mantenía la vista fija hacia delante.

— ¿Y sabes, Chan? Menos mal que no me llamaste ayer - Dijo Lana, exhalando una risita

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— ¿Y sabes, Chan? Menos mal que no me llamaste ayer - Dijo Lana, exhalando una risita. - Porque estaba enfadada sin razón contigo también.

— ¿Por qué?

— Porque Han me dijo que ya sabíais la verdad. Y anoche perdí la cabeza en todos los sentidos y aquello me hizo sentir que me estabais ocultando todos algo. Y no era así, no era algo que fuera vuestra responsabilidad contar. Siento haber estado enfadada, aunque ya se me haya pasado, y aunque no supieras que lo estaba.

— Hermana... - Se lamentó. La voz de Lana tan derrotada le recordó al pasado y le hizo sentir una inmensa lástima.

— Y Han ha venido hoy - Continuó. - Y hemos hablado. Y he podido entenderle mejor y he pensado que por fin podíamos darle un buen final a todo. Un final tranquilo - Dijo. Su labio comenzó a temblar y necesitó unos segundos para coger aire y poder seguir. - Pero ha dicho que me quiere.

Su voz, inevitablemente, se rompió al decir aquello. Chan sintió sus ojos abrirse en sorpresa y un golpe seco en su pecho. A continuación, dejó caer toda su fe en una sola pregunta:

— ¿Y qué le has respondido?

Lana cogió aire. Sintió su pecho temblar. Necesitó unos segundos para calmarse, así que mordió su labio inquieto y respiró profundamente un par de veces para ser capaz de responder.

Good To Love 2 | Han JisungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora