27. Lo siento

746 97 100
                                    

Minho

La puerta del apartamento se abrió y se cerró de golpe. Han apareció en el salón con prisas, como si quisiera meterse directamente en su habitación. Pero al vernos allí, se detuvo.

Tenía los párpados hinchados y el rostro sonrojado, marcado con lágrimas que parecían haberse secado casi por completo. Todos nos quedamos en silencio al posar los ojos sobre él. No supe cómo, pero entendí al instante lo que había ocurrido.

— Hannie, ¿qué ha pasado? - Chan fue el primero en hablar. Pausó el videojuego y dejó el mando de la consola sobre la mesa.

Han exhaló tembloroso. — He hablado con Lana - Dijo. - Le he contado todo.

Era cierto que no todos estaban al tanto de lo que ocurría. Sabían que habían vuelto a llevarse bien, que habíamos cenado todos juntos, pero no todos sabían con exactitud que Han todavía sufría con todo lo que se mantuvo callado.

Sin embargo, todos lo comprendieron de inmediato. Entendí entonces que aunque Han no se lo hubiera dicho, lo habían imaginado. Todos nos conocíamos demasiado bien. Más de lo que creíamos.

Sentí una gran ola de culpa en mi interior por haberle dicho que debía hablar con ella. Parecía tan abatido, que no podía imaginar qué había pasado para que entrara así por la puerta.

— ¿Y qué ha pasado? - Chan volvió a preguntar. Tenía el rostro fruncido, terriblemente preocupado.

— Nada - Respondió mientras dejaba caer sus brazos rendidos a cada lado de su cuerpo. - Ha pasado lo que tenía que pasar. Se ha enfadado y me ha pedido que la deje en paz.

Su voz se rompió al final de la frase. Miró hacia arriba, como tratando de que no le cayese ninguna lágrima, y todos nos quedamos en silencio unos segundos.

— Hannie... - Changbin habló. - Es su reacción inicial. No...

— No, hyung - Le interrumpió. Su voz sonaba cansada. - Tiene razón. Ya no tiene sentido que siga presente, removiendo cosas que ya dan igual. No le aporto nada.

— Hannie, no digas eso - Dije yo esta vez. - Ven, siéntate. Hablemos.

— Ahora quiero estar solo. Pero gracias, chicos - Nos miró a todos y esbozó una pequeña y débil sonrisa. - No os preocupéis por mí, ¿vale? Preocupaos por Lana - Dijo para después exhalar. - No se lo he puesto fácil.

Tras decir esto desapareció por el pasillo. Segundos más tarde, se escuchó la puerta de su habitación cerrándose. El silencio del salón subió un grado más.

Todo el mundo tenía una ruptura que les cambia para siempre

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Todo el mundo tenía una ruptura que les cambia para siempre. Lana fue la de Han. Cuando ocurrió, en lo más profundo, Han dejó de ser el mismo. Y esto, ahora, parecía la segunda ruptura. Una ruptura que prometía un final definitivo no solo al amor, pero a la amistad y a toda posibilidad. Todos los hilos que les conectaban se habían cortado.

Good To Love 2 | Han JisungOnde histórias criam vida. Descubra agora