Bajo la lluvia pt 2

1K 169 104
                                    

La oscuridad reinaba en el cielo para cuando regresó a casa. No tenía muy claro cuánto tiempo había pasado desde que había huido de Kyojuro, sintiéndose tan vulnerable y minusvalorado, como si de verdad fuera uno más de esos gatitos huérfanos, aunque había sido por sentirse así que los había recogido en primer lugar. Después de eso se dedicó a vagar por las calles gruñendo ante los pensamientos que lo acosaban, y la extraña tristeza que sentía en su pecho. Inevitablemente pensó en que si cualquier otra persona hubiera sentido lástima por él no podría contener la rabia, sin embargo ahí estaba, sintiéndose más vacío que inundado de ira.

— ¡Hasta que llegas! — le gruñó Hakuji al verlo caminar hacia la puerta.

El mayor estaba parado en la entrada de la casa, con un impermeable y los zapatos puestos, pero seco aún. Su rostro se mostraba desesperado, algo que preocupó al pelirrosa.

— ¿Qué haces lejos de Koyuki? — preguntó con el ceño fruncido, ya que él nunca se separaba de ella, mucho menos cuando estaba enferma.

— La fiebre de Koyuki no ha bajado, el maestro fue por un doctor y yo estaba a punto de salir a buscarte porque ella quiere verte. ¡¿Por qué no contestas las llamadas?! — Akaza no se movió. — ¡¿Qué estás esperando?! ¡Entra! — entonces Hakuji se acercó y tomó a su hermano del brazo.

Pero se soltó de un jalón. Sabía a lo que se arriesgaba al decirle lo que le diría a su hermano, pero no tenía otra opción si no quería comprometer la salud de su cuñada.

— No puedo. — respondió. — Atropellaron a un gato mientras regresaba de la escuela y...

No pudo continuar, su hermano golpeó con fuerza su rostro y lo tomó de la ropa para sacarlo del jardín.

— ¡¿Por qué no me dijiste antes?! — le gruñó. — ¡Vete antes de que llenes la casa con olor a gato! Sabes que no puede estar cerca de animales con pelo cuando está enferma.

Entonces se dio media vuelta y cerró la puerta con fuerza. Sabía que su hermano había estado demasiado tenso desde la madrugada, incluso pensó que explotaría durante la mañana cuando le pidió que llevara su tarea y él estuvo a punto de negarse. Quizá si le hubiera dicho a su hermano desde el principio podría haberse ahorrado el golpe.

No quiso seguir tentando la paciencia de su hermano ni la salud de su cuñada, así que se marchó de nuevo a la ciudad en busca de alguna lavandería 24 hrs. Aunque si la lluvia no aminoraba también tendría que conseguir una sombrilla o un impermeable. ¿Tendría dinero para eso? Se lamentó un poco, pues la razón detrás de trabajar para conseguir esa pequeña cantidad de dinero no era para usarlo en él.

Abrió su mochila y buscó su cartera entre cuadernos mojados, algunos lápices, libros, su celular... Y estaba húmedo. Realmente no le importaba si se descomponía, pero al menos debía verificarlo, así lo desbloqueó esperando encontrar solamente una pantalla en negro, no un mensaje.

"Akaza, estás bien? (ฅ≖̥﹏≖̥ฅ) Rengoku me comentó lo que pasó esta tarde y los dos estamos preocupados. (ฅ≖̥﹏≖̥ฅ) Por favor avisa cuando llegues a casa!!"

Mitsuri. Era el único mensaje además de las llamadas de Hakuji, las cuales revisó para eliminar las notificaciones. Entonces un nombre que nunca había visto en su teléfono apareció tan sorpresivamente que su corazón latió con fuerza.

— Kyo... juro...

Había guardado su contacto porque Mitsuri se lo había pasado, pero nunca más lo había llamado salvo por esa única ocasión del furoshiki, y la razón era que estaba confundido. Su hermano había dicho que no estaba drogado por ningún tranquilizante para elefante, que se había enamorado, por eso el rechazo y el posible odio de Kyojuro hacia él dolía como nunca le había dolido algo antes, aunque pensándolo bien, quizá por eso se encontraba sensible, la última vez que se sintió así de vulnerable fue cuando su madre se marchó y ellos quedaron bajo el cuidado de un padre enfermo. El cual moría lentamente sin que ellos pudieran hacer algo.

Rewrite the starsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora