01. La sobrina de la vecina.

5K 196 94
                                    

Mateo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mateo.

― ¡Amigo me derrito! ― Habla Camilo tirado en el piso.

― Y si pelotudo, hace cuarenta grados de térmica ― Dice Nico y lo miré extrañado, que exagerado.

― Hacen veintinueve grados nomas, boludito.

― Vos porque tenes la sangre caliente negro, sino no se explica.

― Cállate gil, hace calor para que rompas las bolas ― Pelean ambos.

Hasta que escuchamos una bocina y los tres nos paramos al instante, creyendo que era el delivery que nos traía el helado que habías pedido veinte minutos atrás.

Sorprendentemente no era, sino un auto más caro que todos mis órganos juntos, del cual salieron una pareja y una chica, la cual no pude ver bien ya que llevaba gorra y anteojos, pero al parecer no quería estar ahí, ya que discutió un poco con los mayores, sacó una caja del auto y abrió la reja para entrar a la casa.

― Lindo momento para salir a chusmear ― Dice Camilo después de toda esa secuencia para salir de mi cuarto a la terraza, lo seguimos.

Salimos haciéndonos los desinteresados, pero estábamos observando como llegaba uno de esos camiones para mudanzas y baja una mujer rubia que conozco, Silvina, de unos cincuenta y tantos años, que siempre nos devolvía la pelota cuando la tirábamos como unos boludos cuando jugábamos en la calle, también nos daba regalos de navidad a mi, a mi hermano y hasta a Camilo, nos vió crecer y como nunca tuvo hijos, siempre fue buena como una tía para nosotros, yo solía jugar con sus sobrinos cuando era más chiquito, me re acuerdo.

Pero no reconocía a la chica que recién había llegado, hacía tiempo no veía a la dueña de casa, por lo que sé, se había ido a vivir a Córdoba por algunos problemas familiares.

La pareja se fue despidiéndose rápido de la la chica, que los saludó vagamente, después de que el auto se alejara, exploró el panorama, miró a la izquierda y a la derecha, se dió vuelta y levantó la mirada. Donde mis amigos y yo estábamos viendo hasta el más mínimo detalle.

Yo me puse rojo, Nico se alejó para que no lo viera y Camilo:

― ¡Buenas tardes vecina! ― Gritó y yo solo quise tirarlo por el borde y hacerlo pasar como un accidente.

Ella sonrió apenas sacándose los anteojos, descubriendo un poco su cara, le sonrió suavemente a Camilo y saludó con su mano entrando a la casa.

― Me flechó ― Murmuré y mi amigo a mi lado estalló en risas.

― El pibe menos denso.

Rodé los ojos y volvimos a adentro de mi casa, donde recién llegaba mi papá.

― ¿Qué onda Pedrito? ¿Todo tranquilo? ― Saluda Nico y le sigue Camilo.

― Todo bien wachos, ¿Qué hacían arriba con el calor que hace?

lover of mine ; Trueno [Terminada✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora