lover of mine ; Trueno [Terminada✔]

08. Punto de quiebre.

[ACLARACIÓN Y ADVERTENCIA: En este capítulo va a haber situaciones un poco sensibles, NO BUSCO NORMALIZAR NI ROMANTIZAR NADA, nada de esto está bien,no soy psicóloga, asique como en veces anteriores, no voy a nombrar ninguna enfermedad en específico ya que Cielo no estaría diagnosticada psicológicamente sólome voy a basar en cosas o situaciones que conozco, cualquier cosa de este tema pueden hablarme al privado y las críticas no constructivas serán eliminadas, si hay alguien en la situación de Cielo o sos vos, por favor, busca ayuda o hablalo con alguien, mis mensajes privados también están abiertos para cualquiera, no están solxs]

Cielo.

Esa misma noche, fue de las más feas.

Tuve de las peores pesadillas, y lo peor era que no podía despertar, fue horrible.

Me desperté como a las cuatro de la mañana temblando y llorando, me costó mucho calmarme, pero cuando lo hice decidí ir a escuchar música con mis auriculares en la terraza.

Si, era raro, pero el acostarme en el piso de esta escuchando cualquier canción con los ojos cerrados y la suave brisa recorriendo mi cuerpo, me tranquilizaba un poco.

Odiaba que esto me pasara y ser tan rara a veces, pero ya me había acostumbrado a vivir con esto toda la vida.

Había puesto una manta en el piso, me había agarrado frío asique bajé por otra más y una almohada, quería quedarme ahí un rato más, asique me acomodé ahí solo mirando algunas estrellas, después de seguramente una hora el cielo empezó a aclararse, todavía no salía el sol, pero el color azul iba desvaneciendo y los tonos más claros se hacían presentes, y ni siquiera me di cuenta en que momento me dormí.

Los rayos del sol me despertaron esa misma mañana, mi dolor de espalda por haber sido tan pajera en dormir en el piso era horrible, volví a bajar con todo lo que había llevado para hacerme un café y volver, esta vez para dibujar el mural todavía todavía auriculares y capucha puestos.

Por alguna razón, lloraba mientras lo hacía, a veces soltaba lágrimas de la nada, mi pulso temblaba y me costaba hacer los trazos en la pared. Tuve que frenar un momento para ahogar un sollozo con mi mano.

Me sentía impotente, inservible y estúpida de no poder controlar mi mente, o superar lo que me había pasado.

Lo que provoqué.

Negué, no, yo no lo había hecho, no le pedí que lo hiciera, o bueno, no lo decía enserio, no pensé que fuera capaz de...,

... Hacerlo, sin más.

Ahora era tarde, la cagada ya me la había mandado y si no fuera por mi mamá no sé que hubiera pasado, porque ahora todos me están buscando y quieren que pague por lo que hice. Pero no puedo, ir sería cómo meterme en la boca del lobo, yo no tenía pruebas de nada, o nada que no me haga ver culpable.

Pero bueno, todos somos malos en una historia mal contada.

Dejando eso de lado, una persona se me vino a la cabeza, Mateo, asique tímidamente le mandé un mensaje.

"Estás en tu casa?"

A los cinco minutos me dijo que si y me invitó a que vaya, dejé todas mis cosas así nomás, para irme de ahí hasta su casa.