My Boss | Henry Cavill

CAPITULO 04

ADELAIDA

—Gracias por traerme cariño— le digo a mi novio el cual se estaciona fuera de la empresa —Apuesto a que seré la primera en llegar.

—Creo que si, todo se ve vacío— sonrió asintiendo —¿Miranda no se molesto por que no se vinieron juntas esta mañana?

—No, ella tenía una cita médica y llegaría un poco tarde— le explico —Bueno, me voy que a ti será al que se le haga tarde, hasta luego.

Dejo un beso en sus labios.

—Te amo— sonríe como tonto enamorado.

Bajo del auto después de eso, al adentrarme a la empresa me doy cuenta de que es verdad que no hay nadie más que un señor de intendencia, lo saludo amablemente antes de subir al elevador.

En menos de lo que espero ya estoy en mi piso, acomodo las cosas en mi escritorio y leo por encima unas hojas que seguro dejo correspondencia, dos van con mi jefe y dos con el señor Moore.

Tomo las dos primeras para dejarlas en la oficina del señor Cavill, al abrir la puerta freno en seco mirándolo dormido sobre su sofá.

Mi corazón comienza a latir muy rápido al ver su torso desnudo, es un six pack Perfecto el que forman los relieves de su piel gracias a los abdominales, tiene un brazo flexional sobre sus ojos lo que provoca que se vea aún más marcado, la parte de abajo está cubierta por una manta pequeña que no cubre mucho pero tiene su pantalón puesto.

¿Que hace aquí?, ¿Durmió aquí?

Tomo un respiro para concentrarme a lo que vine aunque es imposible con semejante vista, avanzó lentamente hasta su escritorio y dejó las hojas sobre este, doy media vuelta y con lentitud camino hasta el cuerpo dormido de mi jefe, muerdo mi labio inferior antes de tocar el brazo que tiene sobre el rostro.

—Adelaida— se levanta de inmediato y parece que no ha dormido nada —Dios, Lo lamentó— se pone rápidamente de pie, toma su camisa la cual se pone en un dos por tres, los botones los abrocha como si lo corretearan.

—Está bien, es su oficina— murmuro desviando la mirada de él —¿Durmió aquí?

—Eh...si, regrese más noche ya que me surgió un trabajo y...

—No se preocupe por mentir— nuestros ojos se encuentran —Esto en veces pasa en los matrimonios— en sus ojos noto que le duele —Le traeré un traje y el desayuno.

—Gracias— medio sonríe —No se que haría sin ti— deja una caricia tierna en mi mejilla y avanza hasta su baño personal.

Me retengo de soltar un suspiro y ponerme en evidencia así que mejor me apresuro a ir por las cosa.

No puedo creer que el señor Cavill y su esposa estén mal, es verdad que ella es de carácter fuerte pero aún así él la ama, sabe sobrellevar su humor, aunque viéndolo de ese lado, tal vez fue la señora la que lo mandó fuera de la casa, ¿pero por que?, Henry Cavill es el hombre más fiel, bueno y adulador que conozco en este mundo, es como un Chris más grande y para que negarlo, mas bueno también.

No habría tenido problema con revivirlo en mi apartamento y consolarlo un poco, tal vez con...sacudo mi cabeza ante mis pensamientos lascivos, <<concéntrate Ada>>.

Después de ir por el desayuno el cual solo es fruta y jugo de naranja, paso por un traje a bodega del estilo del señor Cavill.

Vuelvo a entrar a la oficina, dejo el desayuno sobre el escritorio y me acerco a la puerta del baño.

—Señor Cavill— tocó despacio.

Él abre la puerta, su camisa esta desabotonada, lucho internamente por no bajar la mirada a su abdomen pero las ganas me traicionan, cuando me doy cuenta lo miro de inmediato a los ojos y de nuevo mi cuerpo el cual está en mi contra da un paso más hasta quedar muy cerca del gran hombre frente a mi.