My Boss | Henry Cavill

CAPITULO 46

HENRY

Cierro la MacBook con fuerza, desesperado por esta situación, Adelaida no sale de mi cabeza, la extraño mas que nunca y no me contesta las llamadas, tampoco se en donde esta, ya fui a la casa y está vacía, también dejo el auto y absolutamente toda la ropa, no se que hacer.

Ahora me estoy dando cuenta de que fui un idiota, me ganó el enojo pero es que no me pude contener, saber que se acosto con Gabriel fue muy duro, ¿por que con mi mejor amigo?, ¿por que no con otro?, tal vez mi enojo no hubiera sido tanto si hubiera sido con cualquier otro hombre, no me sentiría tan traicionado.

Cierro los ojos unos segundos, abro el cajón de mi escritorio y saco las pastillas para el dolor de cabeza, las tomo y vuelvo a guardarlas.

Tres toquidos en la puerta de escuchan, doy el pase y es una de las señoras de servicio las que entra.

—Señor, aquí le traigo la comida— se acerca con una bandeja.

El olor llega a mis fosas nasales causándome asco así que niego.

—No soportó el olor, no quiero eso, gracias.

—Señor pero si es su comida favorita— hago una mueca.

—Pero me revolvió el estómago.

—Ay señor no será que tiene alguna infección, tiene ya días así— suelto una suspiro.

—No se, tal vez— miro la comida con asco.

—Debería ir a checarse, de todos modos le preparare un té— asiento —Con su permiso.

Sale del despacho y yo me resbalo un poco en la silla mientras sobo mi frente.

En estas tres semanas además de extrañar a Adelaida como loco, he tenido adiós malestares, dolor en el pecho y no puedo comer absolutamente nada por que el olor me mata, estoy pensando en ir al doctor pero me da miedo que me diga que negó algo grave.

Las siguientes horas trato de concentrarme pero simplemente no puedo, necesito a Adelaida conmigo.

Salgo de mi despacho y voy directo a mi habitación, me cambio de ropa por algo más cómodo que el traje, contesto el mensaje de Gabriel donde dice que quiere hablar conmigo y salgo de la habitación.

—Mi amor— Diana se me acerca cuando llego al primer piso —¿A donde vas?

—A una reunión— me aparto cuando me abraza.

—Está bien, bueno sólo quería preguntarte, ¿rosas o orquídeas?— frunzo el ceño.

—¿Que?— rueda los ojos con una sonrisa en sus labios.

—Para la boda por la iglesia— dice obvia.

—Diana tenemos que hablar de eso yo no creo q ir sea sano para ninguno de los dos...

—Ya te dije que a mi no me importa que me hayas engañado, yo te amo y te perdono— deja un beso en mis labios.

—¿Por que eres tan buena?

—Ya te dije, te amo y quiero volver a ser la mujer de la que te enamoraste— acaricia mi mejilla —Y te tengo una sorpresa.

—Dímelo de una vez que...

—Es una sorpresa cariño, ya verás lo que es, te va a encantar y nos va a unir más— deja un beso en mis labios —Suerte en tu reunión.

No digo nada solo salgo de la casa.

Conduzco hasta el restaurante en donde quede de verme con Gabriel, no tengo ganas de hablar con él pero tampoco puedo evitar escucharlo, si no aceptaba iba a reventarme el celular de tantas llamadas y mensajes.