CAPITULO 62

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ADELAIDA

La chica frente a mi se quita al terminar de maquillarme, sonrió al verme en el espejo, las ganas de llorar me abarcan pero me retengo ya que no quiero arruinar el maquillaje.

Mi cabello esta medio agarrado, también ondulado con dos mechones sueltos, el maquillaje es neutro pero con labios rojos por que a Henry le gusta cuando me maquillo los labios rojos así que lo pedí así.

Me pongo de pie para ponerme el vestido, las chicas me ayudan y cuando terminan me ayudan con los tacones también, voy al espejo de cuerpo completo y no puedo evitar que mis ojos se empañen.

El vestido es straple, en la cintura aprieta ligeramente, y de ahí para abajo es suelto, la tela es muy fina, la eligió Niccolo ya que deje todo en sus manos, solo le dije más o menos como lo quería y me encantó. Las mangas se ponen aparte, hasta la mitad del antebrazo son como de princesa y luego solo una manga justa normal, es demasiado hermoso.

No puedo dejar de mirarme en el espejo, la panza se me nota un poco, llevo mis manos a ella mordiendo mi labio inferior, soy la más feliz.

Con ayuda de las chicas salgo y bajo las escaleras, mi hermana, Miranda y Niccolo están abajo, me miran con una sonrisa, Lizzy corre y me abraza.

—Te ves hermosa— suelta con los ojos llorosos.

Ella tiene puesto un vestido color dorado, la tela es de seda y se le ve muy bien, Miranda también está del mismo color solo que con diferente vestido, Niccolo tiene un saco dorado.

—Eres la novia más bonita— me halaga Miranda.

—El vestido te quedó Perfecto— sigue Niccolo y yo asiento.

—Muchas gracias— lo abrazo —¿Ya nos vamos?, estoy ansiosa por llegar.

—Si, ya nos vamos— dice Niccolo —Por cierto, Henry te mando una sorpresa.

Medio sonrio, salimos de la casa y en la calle está un carruaje como el de la sirenita cuando va con Erick pero es blanco, con caballos blancos, un señor que los maneja, es demasiado hermoso.

—¿Es para mi?— asienten.

—Vamos— caminamos hasta el.

Me ayudan a subir, no puedo con la emoción.

—¿Henry ya está en la iglesia?— asienten —¿Creen que se arrepienta?, él ya estuvo casado y yo no quiero que se sienta...

—Hermana tranquila, él te ama mucho.

—Si Ada, deja los nervios, mejor disfruta del viaje, nosotros nos iremos en el auto, nos vemos allá— me dice Miranda.

—Okay— tomó un respiro.

El señor comienza andar, cuando llegamos al entro de la ciudad todos los autos bajan sus vidrios para mirarme, los niños me saludan y yo también, ya me imagino cuando mis bebés nazcan.

En todo el camino no dejo de pensar en Henry, ¿estará tan feliz como yo?, seguro que si, él lo desea igual que yo, no puedo con los nervios.

¿Cómo supo que mi sueño era llegar en un carruaje a mi boda?, seguro mi hermana tuvo que decirle, no encuentro otra lógica.

Miro la ciudad apretando el ramo que Niccolo me dio antes de que subiera al carruaje, son unas hermosas rosas blancas, sonrio imaginando cómo será mi vida de casada, le echaré ganas para hacer feliz a Henry cada día.

Mis nerviosa aumentan cuando el carruaje Cira en la calle de la iglesia, tomo varios respiros tratando de calmarme, en minutos ya estamos frente a la iglesia, afuera no hay nadie más que mi padre y mis damas que son mi hermana y Miranda ya que más amigas no tengo, también están Niccolo, Benjamin, Elias, el señor Moore y su esposa ya que tiene que entrar con alguien.

My Boss | Henry Cavill Where stories live. Discover now