My Boss | Henry Cavill

CAPITULO 37

ADELAIDA

Me pesa abrir los ojos, no quiero, quiero dormir por siempre, pero aún así los abro poco a poco y lo primero que veo es el techo blanco, la luz es un poco fuerte y al intentar moverme suelto un quejido ya que el cuerpo no me da.

Miro mi mano canalizada dándome cuenta de que estoy en el hospital, ¿cuando llegue aqui?

—Ada— el señor Moore se acerca a mi con preocupación, pulsa el botón que está a mi lado e intenta tocar mi rostro pero me aparto.

—¿Que hago aquí?

—Te traje ayer en la noche, estabas muy mal, tu novio...

—No— lo callo, no quiero escucharlo, no quiero que diga que me golpearon.

Pero aún así me suelto a llorar recordando todo, cada golpe, cada palabra, lo recuerdo como si lo estuviera viviendo ahora mismo.

—Ada tranquila, ya llame al doctor viene para acá, todo está bien, llegue a tiempo y...

—No me toque— aparto su mano de mi brazo.

—No te haré daño.

—¡No quiero que me toque!— se aparta.

El doctor entra junto con algunas enfermeras, no se que ponen en mi suero que vuelvo a quedarme dormida.

Al abrir los ojos otra vez lo primero que miro es al señor Moore sentado en una esquina de la habitación, la vista la mantiene en su celular, no tiene puesto su saco y me mira cuando comienzo a llorar.

—Ada...

—Me duele todo— sollozo.

—Tranquila— acaricia mi cabeza —Ya estás bien, estás a salvo cariño.

—Tengo miedo— lloro.

—Yo te cuido, le llamaré a Miranda y a Henry...

—No— tomó su mano —No quiero que el señor Cavill me vea así.

—Ada, lo va a saber, ya faltaste un día al trabajo, faltaras hoy también y va a sospechar, no puedo decir que dijiste que estás enferma siempre.

—¿Llevó aquí tanto tiempo?— asiente.

—Tenias una hemorragia por los golpes, por eso tosías sangre así que tienes que quedarte unos días más— mis ojos arden.

—¿Por que fue a mi apartamento?

—No colgué y tu tampoco, escuché un ruido fuerte y luego los gritos tuyos y tu novio— siento vergüenza.

—El piensa...

—Lo se— bajo la mirada —Déjame decirle a Miranda y pues quieras o no tengo que decirle a Henry.

—No me queda más— me da una pequeña sonrisa y sale de la habitación.

Me recuesto bien y miro a la derecha, la ventana me muestra que es de día, algunas lágrimas resbalan por mi mejilla recordando a Christian insultándome y golpeándome, si lo engañe pero no me merecía esto.

Nadie se lo merece.

No tengo idea de por que actuó así, el no es así o tal vez nunca lo vi, sé que tenía sus arranques últimamente pero jamás pensé que llegaría hasta este punto de dejarme en el hospital.

Cierro los ojos poco a poco hasta quedarme dormida de nuevo. Siento una mano sobre la mía así que vuelvo a abrir los ojos, no sé cuánto dormi.

—Ada— solloza Miranda.

—Hola— aprieto su mano.

—No puedo creer...es un maldito— sorbe su nariz.

—Estoy bien, pensé que no llorabas— medio sonrio para no verme tan mal.