CAPITULO 38

21.6K 1.3K 1K
                                    

HENRY

Miro dormir a Adelaida, la sangre me hierve al mirar sus heridas y como la dejo el estúpido de Christian, tiene cuatro días aquí y el doctor dijo qué tal vez mañana podrían darla de alta.

Salgo de la habitación con cuidado de no despertarla, salgo del pasillo de habitaciones y veo a Gabriel sentado en una de las sillas de espera.

—¿Como está?— deja su celular.

—Dormida, llámale a Ben— arruga las cejas —Necesito a uno de sus contactos.

—¿Cuál de todos?

—Ya lo verás— me mira desconfiado pero al final lo llama.

Solo suena tres veces hasta que contesta.

—Papi Ben aquí, ¿mami quien allá?— inquiere adormilado.

—Soy Henry— suelta un bufido —Necesito un favor.

—¿Cuál?, por cierto, ¿cómo está Ada?

—¿Como sabes de Ada?

—Gabriel me lo dijo— miro al pelinegro, el finge demencia —Pero bueno, ¿que necesitas?

—¿Tienes el número a una persona que pueda ayudarme a secuestrar a otra?— Gabriel me mira con el ceño fruncido.

—Tengo de todo en mi lista de contactos, te lo pasaré y viajare ahora mismo para Londres, nada mejor que comenzar mis vacaciones secuestrando a alguien.

—Ajá, lo espero— Gabriel cuelga.

—¿Secuestrar?, ¿enserio Henry?, ¿desde cuando eres mafioso?

—Desde que se meten con lo mío— me mira con horror sabiendo a lo que me refiero.

Benjamin me envía el contacto así que llamo para cuadrar una cita, Gabriel parece horrorizado con todo esto y sinceramente me extraña ya que es un hombre que no se espanta con nada.

Esperamos a Benjamin para ir los tres juntos a la cita, cuando Miranda llega al hospital me voy con Gabriel a hacer tiempo, paso a comprarle un regalo a Adelaida.

La reunión no es en la mejor zona de Londres así que cuando pasamos por Ben a la pista tardamos al menos media hora en llegar al lugar de la reunión.

No es el restaurante más extravagante, de hecho es un lugar en el que cualquier pasa desapercibido, menos nosotros tres que venimos vestidos con trajes que cuestan más que este lugar.

—Son ellos— murmuro al entrar.

—Si sin ellos— afirma Ben.

Gabriel no dice nada, los tres vamos juntos hasta la mesa y nos sentamos en donde mismo, son las típicas sillas o asientos más bien donde caben tres personas.

Frente a nosotros están los dos hombres con aspecto de miedo.

—Affleck— saludan a Ben.

—Garner— miro al hombre frente a mi con sorpresa.

—¿Garner?, ¿el de la universidad?

—Si...que sorpresa que alguien como tú quisiera reunirse con nosotros— mira a su compañero —¿Que necesitan?

—Quiero que lleven a alguien a un lugar donde pueda estar a solas con él y que nadie pase por allí.

—¿Vas a matarlo?

—Ese es asunto mío— mira a su compañero con una media sonrisa —Pagaré lo que sea.

—Bien, ¿para cuando?

My Boss | Henry Cavill Onde histórias criam vida. Descubra agora