CAPITULO 07

27.4K 1.5K 308
                                    

HENRY

Una punzada de dolor llega a mi cabeza cuando me remuevo un poco, mantengo mis ojos cerrados ya que no quiero despertar, así estoy por unos minutos ya que mi cuerpo está demasiado cansado, como si hubiera echo ejercicio después de mucho tiempo de no hacerlo.

En el momento en que el sueño se va por completo caigo en cuenta del mínimo peso sobre mi pecho y abdomen, también que con mi brazo mantengo sumamente abrazada a alguien y ahora no quiero abrir los ojos por que no quiero afrontar la realidad.

Pero aún así lo hago, lo primero que observo es el techo y antes de bajar la mirada respiro hondo provocando que la pequeña pelirroja se remueve tallando su mejilla en mi pectoral.

Un nudo enorme se forma en mi garganta, la culpa comienza a tomar mi cuerpo al igual que la cobardia ya que no quiero moverme para no despertarla, no sabré qué decirle y no puedo negar algo que claramente paso ya que la cobija nos cubre solo de la cintura para abajo y sus...sus pechos desnudos están contra mi piel.

Lentamente quito mi brazo deshaciendo la unión, sigue sin despertar y yo solo pienso en Diana, la traicione, la engañe cuando hace apenas ayer juraba que jamás lo haría.

Pero estaba ebrio.

Aún así no es excusa, estoy bastante grande como para saber las opciones de lo qué puede pasar cuando alguien bebé de más junto con otra mujer, mucho más si la chica es linda y joven como Adelaida.

Otro golpe más a mi persona, siempre la he visto como una pequeña para mi, jamás en estos cuatro años que lleva trabajando conmigo me habían pasado pensamientos lascivos por la mente al verla, ni siquiera anoche antes de beber tanto.

Quiero irme, salir corriendo como un cobarde y llorar por lo que hice, por haberle sido infiel a Diana, al amor de mi vida que a pesar de su actitud siempre amare.

Me muevo cuando Adelaida se gira quedando recostada a mi lado, lleva una mano a su rostro, lo talla soltando un quejido y se queda inmóvil con la mano aún en su cara.

Después de unos segundos me pongo de pie para buscar mi ropa la cual está en el piso, ella se sienta sin dejar de mirarme y es que ninguno de los dos sabe qué decir.

—Señor Cavill...

—No digas nada— le pido abrochando mi pantalón —No voy hablar de esto y tú tampoco, solo lo olvidaremos por que fue un muy grave error.

No dice nada más, termino de vestirme y salgo de su apartamento como si un fantasma viniera detrás de mi.

Al subir al auto golpeó el volante por la frustración que siento ahora mismo, me repito mil veces que no debí, pero aún así lo hice, lo hice y me maldigo por que sería hipócrita de mi parte decir que no lo disfrute, claro que lo hice pero no lo voy aceptar, me niego a hacerlo.

Pongo en marcha el auto y me sorprende que no haya tanto tráfico, al llegar a mi casa agradezco que Diana no esté, los sábados en la mañana siempre vamos al club muy temprano con Gabriel y Marisa para hablar o jugar tenis, ella debe de estar allá.

Entro a la ducha para quitarme el olor floral que me dejo mi secretaria, pareciera que se impregnó en mi piel ya que sigo oliéndolo aún cuando termino de ducharme y me pongo un poco de loción, tal vez es mi conciencia lo que me hace alucinar.

Me acuesto en la cama para tratar de dormir pero simplemente no puedo, cada que cierro los ojos la imagen de la pelirroja viene a mi mente, ella sobre mi, yo detrás de ella, ella debajo de mi, necesito olvidarlo, pareciera una mala jugada de mi mente ya que no soy de beber mucho y eso causa que cuando lo haga al siguiente día me olvide de todo.

My Boss | Henry Cavill Donde viven las historias. Descúbrelo ahora