CAPITULO 32

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ADELAIDA

Cerramos la puerta sin dejar de besarnos, Henry me toma la pierna para que la envuelva en su cintura y yo subo la otra de forma que me carga como koala, así vamos hasta mi habitación en donde caemos juntos en la cama sin separarnos.

Parece que no hubiéramos hecho esto en años.

El ojiazul se separa de mi, voy a desabotonar mi blusa cuando él con sus dos manos la abre de un solo tirón botando un par de botones.

—Estoy pensando muy seriamente lo de cobrarte la ropa— comento arrastrándome para quedar en el centro de la cama.

—Te compro todo un armario si quieres— desabrocha su camisa.

Yo termino de quitarme la mia, sigo con mi sostén aventándolo al suelo, enseguida Henry se abalanza contra ellos llevando uno a su boca, suelto un gemido cuando hace círculos con su lengua en el pezon, estoy tan excitada.

Con su mano libre aprieta el otro, cuando lo suelta esta completamente rojo. Vuelve a mis labios, mientras que su mano viaja al botón de mi jean, lo desabrocha al igual que el cierre, de un solo tirón me lo quita bajando hasta mis pies.

Vuelve a subir besando desde mis tobillos hasta mis muslos, flexiono mis piernas para que quite más rápido mis bragas, las tira por allí y acomoda su cabeza entre mis piernas, siento un escalofrío cuando pasa su lengua por mi feminidad.

—Extrañe esto— murmura.

—Solo fueron con dias— jadeo al sentir su dedo entre mis pliegues.

Estimula mi clitoris mientras lleva su lengua a mi vagina, la mete y la saca haciendo que gima como una cualquiera, los gemidos se hacen más fuerte cuando mete dos dedos de golpe dentro de mi, estás entran fáciles ya que estoy demasiado húmeda.

—¡Henry!— arqueo la espalda.

—Eres tan dulce— su voz es ronca.

Mete otro dedo, cierro los ojos empuñando las sábanas al sentir su lengua en mi clitoris.

No se por cuánto tiempo está allí abajo, no tengo cabeza para nada más que el placer y de un momento a otro siento mi primer orgasmo del día llegar, él lame todos mis jugos.

Besa desde mi vientre hasta mi boca, llevo las manos al botón de su pantalón pero me detiene.

—Lo hago yo— se baja de la cama y se lo quita junto con el bóxer, muerdo mi labio inferior mirando su pene.

—Quiero que me lo metas ya— medio sonríe.

—¿Y que crees que haré?— vuelve a subirse a la cama.

Se acomoda entre mis piernas, pasa un dedo por mi entrada, agacha un poco la cabeza y luego escupe, siento como si saliva llega a mi entrada.

Me éxito más cuando después de hacerlo alza la mirada y sus ojos azules se encuentran con los míos.

Con la punta de su miembro esparce la saliva y de una sola estocada entra en mi haciendo que suelte un gran gemido.

—Hazlo rápido— le pido.

Él comienza a acelerar sus movimientos a la vez que me hala de las piernas para entrar más en mi, se inclina y con ambas manos aprieta tan fuerte mis senos que se más decapa un chillido.

—¡Más duró!— gimo.

Sus movimientos se vuelven duros con una mezcla de rapidez, sube una de mis piernas a su hombro, comienza a hacerlo tan rudo que nuestras pieles al chocar hacen un estruendoso ruido.

My Boss | Henry Cavill Where stories live. Discover now