CAPITULO 34

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ADELAIDA

Guardo mi celular en mi bolsa, miro hacia el escritorio de Miranda el cual está completamente solo ya que se fue a cenar con Elias, también miro sobre mi hombro la oficina de mi jefe la cual también está vacía ya que se fue temprano.

Acomodo mi bolso en mi hombro y paso mis manos por mi rostro limpiando mis lágrimas, no he dejado de llorar desde hace unas horas, en realidad desde la mañana pero después de la una de la tarde más.

Todo se acabo y me duele mucho.

Soy una tonta, yo sabia que solo éramos amantes y que algún día se acabaría pero no quería que llegáramos a ese punto, todo por que yo lo jodi.

¿Por que tenía que enamorarme?

Pero él tampoco ayudó mucho, con sus palabras, sus acciones y las miradas que me daba, solo alimentaban más a mi corazón para que se llenara solo de él y ahora lo dejo con hambre.

Se que él no lo sabe y no creo que lo sepa jamás, está tan enamorado de su esposa como para darse cuenta de que alguien más está interesado en él, yo perdí, sabía que perdería.

Trato de dejar de pensar en todo esto, voy al elevador y pulso el botón que lleva hacia abajo, las puertas se abren y al entrar pulso el botón número uno, cuando va a cerrarse, el señor Moore lo impide ya que entra conmigo.

Agacho la cabeza para que no me vea llorar.

—Buenas noches Ada— me saluda amable.

—Buenas noches señor— murmuro.

—¿Tenias mucho trabajo?, yo tenía una piña de contratos que corregir— suelta un suspiro.

—Solo un poco.

—¿Estas bien?— asiento —Ada, esta mañana te mire llorar, en realidad todo el día así que no creo que estés bien.

Muerdo mi labio inferior.

—Es que me siento mal, creo que voy a enfermarme.

—Ya veo...¿en que te irás a tu casa?— me limpio las lágrimas.

—Taxi— lo miro.

—No permitiré eso, te llevare— sonríe —Y no acepto un no por repuesta.

—No quiero molestar, seguro su esposa...

—Ya te dije, un no no entra en mi razonamiento— medio sonrio.

Él pulsa el botón para ir al estacionamiento subterráneo, al llegar ambos salimos y me abre la puerta para entrar a su auto.

Conduce en silencio mientras yo miro por la ventana con algunas lágrimas bajando por mi mejilla.

—¿Te molesta si llego a una tienda?, necesito un agua para beber mi patilla— niego.

—¿Está enfermo?

—No, bueno, son pastillas para las defensas o algo así, no pongo atención cuando voy a mi chequeo semestral, solo compro todo y ya— se estaciona en una tienda —¿Quieres algo?

—No gracias— me dedica una sonrisa y baja del auto.

Sigo mirando por la ventana hasta que escucho que le llega un mensaje al señor Moore, su celular está en el porta vasos así que lo miro, en la pantalla esta el nombre del señor Cavill y con tan solo leer su nombre me suelto a llorar.

¿Por que tuve que enamorarme de él?

Trato de calmarme un poco, seco mis lágrimas como por milésima vez al ver como el señor Moore sale de la tienda, sorbo mi nariz y acomodo mi cabello para verme un poco más repuesta.

My Boss | Henry Cavill Where stories live. Discover now