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George se encontraba en el extenso comedor de su castillo, aunque solo ocupaban tres asientos a diario, estaba todo lleno de sillas, velas, vasos y platos vacíos, todo perfectamente limpiado a diario. El castaño tenía su mente perdida aunque sus padres y organizadores de la fiesta le preguntaban y comentaban ideas de la fiesta, él solo asentía sin importarle nada.

—Bien, ya esta todo arreglado, la fiesta es en tres días, mañana se enviaran las invitaciones. — Habló su padre mientras los organizadores corrían a preparar todo. —Hoy tendrás que probarte tu traje y buscar una buena máscara, aunque no creo que sea necesario, necesitarán reconocerte.

George se exaltó un poco, se había sorprendido por la máscara, ¿Sería una fiesta de máscaras? No parece muy conveniente cuando tiene que conocer a su futuro prometido, al ver esta reacción, el rey suspiró.

—Preguntaron si no sería más interesante con máscaras, tu solo dijiste que si. — Se levantó de su lugar molesto. —Es tu futuro, George, muestra un poco de interés.

Al decir esto, salió de la sala junto con la reina, que aunque no decía nada, también le parecía inadecuada la actitud de su hijo. George se quedó ahí, sin decir ni hacer nada, se levantó para después irse a su habitación, donde se sentó en su cama, deseando a que la fiesta se cancele, no quieran casarlo y no tenga tantas responsabilidades, pero desde pequeño supo que tenía que ser así.

Tocaron la puerta, al abrir inmediatamente entraron varios sirvientes con muchos trajes, al final de todo estaba el mayordomo.

—Su majestad, necesitamos que elija uno, en unos minutos traeremos el traje de la fiesta y la máscara, ambos elegidos por sus padres. — Habló con seriedad, para después con un chasquido ordenar que dejaran todo el vestidor del príncipe y dejar a George solo nuevamente.

George caminó a los vestidores, viendo cada una de las prendas caras y finas, de un buen diseñador importante. Todos los trajes eran lo mismo, lo único diferente era el color claro y las tonalidades de rosa o amarillo.

Todos los trajes los veía formales, demasiado para su gusto, no se veían como para una fiesta de máscaras. Después de analizarlo, George sintió un peso encima, le estaban haciendo elegir su traje para su boda, sintió un mareo al sentir el estrés que le estaban poniendo sus padres, decidió salir de ahí y hablarle a su mayordomo, este entró con el traje de la fiesta en su brazo.

—Dile a mis padres que no necesitaré ninguno de esos trajes. — Reclamó algo molesto, mientras tomaba el traje de la fiesta.

—Si, su majestad. — Salió de ahí no sin antes haber ido por los trajes sacándolos de ahí.

Sacó la máscara de la pequeña bolsa de terciopelo en la que estaba, se la puso comprobando que le quedaba a la perfección, era una máscara hecha de algún metal, con tallados finos que formaban figuras, no cubria mucho el rostro así que sería fácil de reconocerlo. George soltó un suspiro pesado, harían una fiesta en su honor y él lo menos que quería era estar en ella. Vaya ironía.

『 ◇ 』

El príncipe Clay, mejor conocido como Dream, daba pasos de nervios y de angustia por todo el salón, mientras era observado por su mejor amigo, Sapnap, quien ahora era rey de tierras extensas.

—¿Por qué estás tan nervioso? Tendrás oportunidad de acercarte a él. — Dijo Sapnap sentado en un escalón, a pesar de ser un rey, actuaba como si fuera un adolescente común, al menos así era con Dream.

—Como las tuve hace años, pero ese príncipe nunca hizo caso. — Dijo con frustración, Dream había intentado acercarse a George con anterioridad, pero este solo le dedicaba una sonrisa y un ladeo de cabeza porque sabía que sus padres lo querían para él, pero George no quería nada con Dream, solo era un príncipe de tantos que habían ido por su mano.

—Solo sé más romántico con él ¿Yo que sé? Intenta tocarle sus puntos sensibles, así como lo hice. — Sapnap se levantó orgulloso con una mano en su pecho, Dream solo lo miró con una ceja levantada.

—Si, de hecho te casaste con dos, Karl y Quackity. — Respondió Dream sarcástico, Sapnap sonrió aún más orgulloso.

—Más tierras y riquezas, aparte a nadie le afectó y mira, ahora soy rey. — El contrario suspiró cansado, Sapnap lo miró triunfante ante su superioridad. —Aunque es comprensible que todos quieran tener a George, su reino es estable, los comercios y alianzas que mantienen... y sobretodo, el principito no está nada mal. — Sapnap río haciendo que Dream también riera. ——Tengo que irme, suerte con tú príncipe.

Sapnap salió de la habitación para después dirigirse a su respectivo reino, Dream solo se acostó en su cama, pensando en que haría en esa fiesta para llegar a él, definitivamente rendirse no estaba en sus planes, desde joven su padre le decía los reinos más poderosos para que él se case con alguno de ellos, no lo defraudará.

La corona [DreamNotFound] Where stories live. Discover now