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El menor pasó su mirada al mayor, este entrelazó sus dedos, su rostro considerablemente cerca de George. El ambiente era cada vez más tenso y cada segundo se hacía una eternidad, George sintiendo nuevamente la presión.

—Clay, yo.. —Murmuró el castaño esas palabras, casi en un susurro.

El menor estaba a punto de dar su respuesta, pero el momento fue interrumpido por un pequeño estornudo por su parte.

Ambos se separaron nuevamente guardando un silencio, que fue interrumpido nuevamente por otro estornudo de George. Clay se quitó su traje y se lo puso a George en los hombros.

—Vamos adentro.

Ambos se levantaron para dirigirse al castillo, Clay con una cara seria, acomodó el traje para que tapara el pecho de George, este solo miraba a Clay.

El rubio pasó su brazo en el hombro del menor para poder abrigarlo mejor, así empezaron a caminar al castillo.

El camino no era largo, pero al menos así lo sentían ambos, la tensión por el hecho de que la respuesta de George quedó pendiente.

—Toma una ducha, luego hablamos. — Le dijo Clay al menor, este asintió con la cabeza para después dirigirse a su habitación, tratando de procesar la propuesta del mayor.

『♡』

Clay se encontraba en la biblioteca, esperando al menor a que apareciera por el castillo, cosa que nunca ocurrió, así que decidió buscarlo.

El rubio sabía que George no tenía una respuesta clara y la que tomaría sería sólo por presión, si decía que si la presión que el rey y Clay estaban ejerciendo en él era la suficiente, si decía que no era porque simplemente pensó en lo que quería él.

O tal vez las cosas no eran como él pensaba.

Clay nunca pensó que sus acciones estén haciendo efecto en el corazón de George, lo único que Clay quería era que la presión cayera en él para darle la corona.

Pero tampoco tomó en cuenta que por más que su objetivo sea la corona, no puede negar que el príncipe George este entrando en su corazón, confundiendo todos los planes.

Al llegar al pasillo de la habitación del menor, observó como una silueta buscaba algo, cuando se acercó, pudo ver a George.

—¿George? — El menor al escuchar su nombre busco a su alrededor, cuando lo localizó, empezó a caminar hacia él, algo emocionado.

—¡Clay! — George se veía feliz, pero su rostro indicaba que estaba enfermo, sus ojos estaban algo cansados, se le veía pálido, con su nariz roja al estar resfriado.

—¿Estas bien? ¿Como te sientes? — Preguntó preocupado por la apariencia mientras con sus manos sostenía el rostro de George, el cual sólo asentía, pero era obvio que no.

—Tengo que hablar conti.. ¡Achu! — Soltó un estornudo tapándose con su antebrazo. — Contigo, tengo que hablar contigo.

—George, estas enfermo, deberías ir a la cama.

—Primero quiero ha-...

—Disculpe, el príncipe George está enfermo, debe estar descansando. — Clay habló con uno de los trabajadores de ahí, este inmediatamente fue con George a atenderlo.

—No-.. pero necesito hablar con Clay. — Habló George antes de que lo metieran nuevamente a su habitación.

Clay negó con la cabeza mientras soltaba un suspiro, no sabía para qué George necesitaba hablar con él, pero su salud le importaba más. Se dirigió hacia el patio, tendría algunas cosas que recolectar.

『♡』

Después de un rato estando en el patio y en el frío, regresó con una pequeña caja en sus manos, se preparó para tocar la puerta de la habitación de George, pero alguien salió de ella, de hecho, fue la que cuidaba a George ahora que estaba enfermo.

—¿Está bien? ¿Está despierto? — Preguntó Clay a la chica, ella asintió.

—Es un resfriado, se pondrá bien, pero no si no quiere cambiarse la ropa a algo más calido. — Se quejó la mujer para después hacer una reverencia e irse, Clay se quedó confundido.

Tocó suavemente la puerta, avisando que entraría, al estar adentro se encontró con George acostado, cubriéndose con su sabana hasta su boca.

—¿George?

Recibió un "Mhm" de respuesta, el rubio se acercó para después sentarse suavemente a un lado de la cama.

—Me han dicho que no te quieres cambiar la ropa, sabes que así no te mejorarás, ¿verdad?

George solo se movió un poco, Clay soltó una pequeña risa, tomó la camisa nueva que se tenía que poner George, después le dio un pequeño toque en el brazo.

—Traje un regalo y no te lo daré si no te cambias.

George se dió media vuelta para mirar a Clay, después se incorporó, sentándose en su cama.

—Espero no sea una broma.

George tomó la camisa, después, aún sentado, se dio media vuelta, dándole la espalda a Clay.

Se quitó la camisa que tenia puesta, dejando ver su espalda, Clay la admiró, apreciando cada centímetros, hasta que llegó a su cuello, notando unas marcas. Se acercó suavemente, intentando que el menor no se exaltara, cosa que logró.

—¿Por esto no querías quitarte la camisa? — Preguntó mientras con su mano acariciaba suavemente aquellas marcas, George no respondió. —Lo lamento.

El rubio dejó un pequeño beso en aquellas heridas, un escalofrío invadió el cuerpo del menor.

—Nunca había tenido que ocultar nada de mi cuerpo. — Respondió mientras se ponía la nueva camisa. —Es.. raro. — Se volvió a acostar en su cama, Clay lo miró con una sonrisa mientras observaba que aún con la camisa, eran visibles esas marcas.

—Se ve bien. — Se recostó a lado de George, inclinándose un poco para verlo. —Quiero decir, se ve bien al saber que los hice yo.

George rodó los ojos mientras se acomodaba igual que Clay, quedando cara a cara.

—Clay. —Llamó la atención del mayor mientras lo miraba. —Sobre tu propuesta de la mañana...

—¿Por qué te preocupas por eso ahora? Preocúpate por mejorar. — Dijo el mayor mientras acomodaba el cabello del menor.

Algo había pasado, algo había sentido, que hacía que a Clay ya no le importaba nada más que la salud del menor.

La corona [DreamNotFound] Where stories live. Discover now