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—Clay se fue, hoy a primera hora salió del castillo hacia su reino. — Aquellas palabras se sintieron como si cayera un peso arriba de George.

—¿Por qué? — Dijo George mientras se levantaba de la cama.

—No sabemos, dijo que el compromiso se pospondria por unas cosas que pasaron, pensaba que tu sabrías porqué.

—No, no tengo idea. — Trató de sonar lo más calmado, pero no podía. —Intentaré pensar, en unos momentos resolvemos esto.

La reina aceptó y salió de su habitación, George soltó un suspiro tembloroso mientras trataba de procesar.

Clay se había ido, las palabras que le dijo en la noche habían sido de despedida y no se había dado cuenta, no sabía cuando iba a volver o si lo haría en algún momento. El peso de no poder gobernar correctamente otra vez cayó sobre él, la mala sensación de tener la culpa sin haber hecho nada mal la sentía de nuevo.

Sus manos empezaron a temblar y su respiración se cortaba, tenía que tranquilizarse pero no podía, recibir otra vez aquel estrés le hacia mal.

Trató de regular su respiración mientras se cambiaba y se arreglaba rápidamente, ni siquiera le importó si lo hizo bien, solamente sentia que su habitación le empezaba a sofocar al sentir que no podía hacer nada si se quedaba ahí.

Salió de su habitación rápidamente, como si pudiera parar a Clay una vez más y pedirle que se quede, aunque ya estaba alejado todo un mar de él.

Camino hasta llegar al salón, había gente limpiando el castillo por la fiesta, pero sentía la tensión en el ambiente, probablemente todos estén pensando sobre el prometido ilusionado que se quedó sólo, con un compromiso falso.

Buscaba a alguien que le de respuestas, pero sabía que nadie se las podía dar más que Clay, simplemente quería salir de ahí, salir de sus obligaciones o del "¿Que dirán?" solamente quería sentirse bien de nuevo.

Salió del castillo hacia aquel árbol, estando ahí, se quedó parado sintiendo la fresca brisa de la mañana de un día nublado, no había sol, solo un gris claro que inundaba el paisaje.

Aquel aire lo logró tranquilizar sin ninguna razón, dio un suspiro final sintiendo su pecho más calmado, pero ahora empezaban a salir lágrimas de sus ojos, se sentó en el césped dándole la espalda al castillo, abrazó sus rodillas y lloró lo más que pudo.

No le importaba si lo escuchaban, solo quería desahogarse pues no había nadie que lo escuchara.

Poco a poco su llanto fue cesando, pero las lágrimas seguían saliendo, sollozaba más bajo pero todavía era audible, escuchó unos pasos acercándose en el césped, volteó a ver quien era secándose las lágrimas, cuando vio que era Wilbur sólo se quedó quieto.

Ninguno de los dos dijo nada, George no tenía que dar explicaciones y Wilbur no se las iba a pedir, Wilbur se agachó sentándose junto a él y lo abrazó, George lo correspondió soltandose a llorar otra vez.

—Se fue. — Habló George. —Se fue del castillo.

—Shh, lo sé, lo sé. — Acarició suavemente su cabello.

Se quedaron por unos momentos así hasta que George pudo calmarse, Wilbur siguió dándole cariño que era lo que necesitaba.

—¿No te parece lindo el clima? — Preguntó Wilbur. —No hace calor pero tampoco frío.

George asintió con la cabeza mientras miraba el paisaje, el color gris en el cielo no le daba vida, pero tampoco hacia que el jardín se vea menos lindo.

—¿Quieres hablar? — Preguntó Wilbur suavemente. —¿O quieres fugarte del castillo y no regresar nunca más?

George sacó una sonrisa mientras se acomodaba, sentándose nuevamente.

—Escapar seria lo mejor.

Wilbur río haciendo que George le siguiera. Recordaba la última vez que salieron del castillo fue porque George no quería tener su clase de baile, su escapada duró todo un día, pero regresaron porque George se había lastimado su pie.

Después de las risas se formó un silencio, no era incómodo, solo era un silencio de ambos recordado sus escapadas.

—No sé qué le diré al reino.

—¿De todo esto te preocupa el reino? George, ellos no tienen nada que ver aquí. No necesitas a Clay para gobernar, sabes bien que tu puedes manejar eso.

George sonrió por sus palabras, después miró el anillo en su dedo, no se lo había quitado en todo ese tiempo.

—¿Crees que debería ir a buscarlo? — Le preguntó, este le sonrió.

—Si es lo que quieres, deberías hacerlo.

—¿Y si él no quiere verme?

—Creo que lo que más quiere es verte, y tu también quieres verlo. — George asintió. —¿Ya no te importa lo que hizo?

George guardo silencio por un minuto, regresaron recuerdos de la noche pasada.

—Creo que me importa más perderlo. — Habló después del silencio, Wilbur sonrió.

—Eres un cursi. — Ambos rieron. —¿Le mandaras una carta o algo?

—No, creo que es mejor ir allá.

—Nunca has ido más allá de mi reino que esta a una hora de aquí.

—Lo sé, que nervios ¿No?— Sonrió al mayor, este asintió.

—Que bueno que te decidiste, George, me alegra verte feliz de nuevo.

George se recostó en el hombro del mayor con una gran sonrisa, dio un suspiro de alivio al sentir que todo se había arreglado, solo debía esperar a que Clay lo aceptara en su propio reino.

La corona [DreamNotFound] Where stories live. Discover now