Capítulo 2

7.4K 646 50
                                    

Los pasillos me parecen interminables, tengo la sensación de que solo avanzo a ningún lugar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Los pasillos me parecen interminables, tengo la sensación de que solo avanzo a ningún lugar.

-¡Hey! -Una voz exaltada me sobresalta-

giro mi cuerpo y me topo de narices con un chico pálido, pelo castaño claro y ojos azules. Tiene una sonrisa de oreja a oreja mientras me mira detenidamente.

-¿Eres la nueva verdad? -me rasco la nuca con nerviosismo-

-¿Tan evidente es? -Se ríe ligeramente-

-No tenemos a mucha gente nueva, eres la novedad -Me miraba contento sin darse cuenta que esa información no era de mi agrado-

Un silencio incómodo nos envuelve, le observo intentando averiguar qué es lo que quiere o si mínimo piensa presentarse, pero solo se queda mirándome como un perro mira a una pelota, casi puedo ver como le sale baba de las comisuras…

-Bueno...yo debo irme, a pesar de tener una excusa para llegar tarde no me apetece hacerlo -le doy una sonrisa de disculpa y me dispongo a irme pero su brazo me detiene-

-Precisamente soy tu guía, llevo un rato buscándote, soy Mike Newton -me suelta el brazo para extenderlo nuevamente hacia mi en forma de saludo-

-Karina Marsten -algo cohibida estrecho su mano- mmm, ahora tengo biología, ¿podrías mostrarme dónde está el laboratorio?

-Para eso estamos, sígueme

caminamos por unos minutos mientras hablábamos, o bueno, él hablaba, en este tiempo ya he llegado a la conclusión de que es esa clase de personas que se pueden resumir en “yo, mi, me...”

-...y finalmente gané la competición de baloncesto -termina diciendo mientras me abre la puerta del laboratorio-

con una sonrisa forzada le agradezco y entro rápidamente la sala, no es que me haya caído mal, si que veo que es algo egocéntrico, pero sobre todo es que se ve demasiado necesitado…

-Usted debe ser la señorita Marsten -alzo mi mirada y me encuentro con un hombre de entre treinta y treinta y siete años con pelo oscuro- soy el señor Molina, seré su profesor de biología y química, es un placer tenerla con nosotros, por favor, tome asiento al lado del señor cullen.

Veo como dos personas levantan la mano, en primera fila se encuentra un chico de pelo cobrizo y mirada un tanto inquietante, sus ojos totalmente negros me intimidan de sobremanera y un escalofrío me rocorre la columna vertebral…
Por otro lado en una mesa mucho más al fondo veo a un joven con apariencia de oso, pelo negro y una sonrisa juguetona, sus ojos derrocha an diversión, no había una pizca de malicia, tal vez algo de picardía…

Me doy cuenta tarde de que me he quedado analizándolos demasiado tiempo, de hecho es la risita del oso lo que me saca de mi ensoñación. Con las mejillas algo sonrosadas me dirijo hacia el asiento al lado de este último, puedo apreciar como su sonrisa apremia después de escuchar un bufido proveniente del cobrizo. En el fondo se muy bien porque me he decantado por el oso…

"el otro da miedo…"

Con algo de descoordinación me siento y saco un cuaderno.
El profesor Molina empieza a explicar el curso y cómo irá la asignatura, yo intento prestarle atención de verdad que lo hago pero, son las ocho de la mañana y mi cerebro no rinde, no todavía, saber que una ciencia sería mi primera clase por las mañanas todos los lunes no es para nada de mi agrado…

-¿No te vas a presentar? -me vuelvo para mirarle disimuladamente -

-¿P-perdón? -Que este no de miedo no significa que no intimide -

*Emmet lo estaba disfrutando, se autofelicitó al haber sido el primer Cullen en poder hablar con la chica, él ya sabe con certeza que siempre le recordará a Jasper: puede que sea tuya, pero yo la conocí primero, ohhh si, esto lo iba a disfrutar, por otra parte Edward era plenamente consciente de la primera impresión que le causó a la chica y aunque no fuera intencionado, la parte más retorcida y egoísta de su ser disfruto ver, oír y sentir su miedo, eso le hacía sentir un monstruo y se enojo aún más con la chica y consigo mismo*

-Bueno… el señor Molina no suele hacer cambios de sitio, por lo tanto vamos a estar juntos durante bastante tiempo, creo que estaría bien que al menos nos presentamos como es debido ¿no? -esa diversión y picardía no abandonaba sus ojos-

Si esa expresión y tono viniera de otra persona fácilmente podría pensar que es porque de alguna forma se está burlando de mi, pero con él simplemente se que no es así, en el fondo a pesar de ser tan grande siento que estoy hablando con un niño, así que simplemente asiento y sonrío

-Si, tienes razón, un gusto, soy Karina Marsten

-Emmet Cullen -toma mi mano y la sacude ligeramente - y el placer es todo mío, será divertido molestar a Edward por el hecho de que me hayas elegido a mi y no a él -lo miro confundida mientras el sonríe-

-¿Quién?

-El otro Cullen a quien rechazaste

Inconscientemente mi mirada se clava en el cobrizo, el no me mira, pero el recuerdo de sus ojos sobre mí como si quisiera ver más allá me pone incómoda una vez más

-Tus ojos son una pasada -me mira bastante emocionado, como si cualquier singularidad de mi le pareciera interesante-

A mi en lo personal nunca me parecieron muy excepcionales ni algo que sea particularmente destacable, la heterocromía es algo que aunque no sea muy frecuente si que sucede más regularmente de lo que creen, además que mis ojos no esque sean de colores distintos, es que son de tonos distintos, unos son marrón más oscuro y los otros son más claros.

-Gracias -le regalo una sonrisa -

La clase sigue su curso con tranquilidad, Emmet y yo intercambiamos alguna que otra broma o comentario sarcástico, no podría haber elegido mejor compañero.

Poco después nos despedimos en la puerta, no volvía mirar a Edward, solo se que poco después de que terminará la clase, salió como si le persiguiera el diablo

"Que tipo más raro"

Mike me espera en la puerta, se le borra un poco la sonrisa cuando ve a Emmet pero se relaja a medida que se aleja.
Toma mi mano descaradamente, cosa que me desagrada bastante, y me guía hacia el comedor, alegando que hay que darse prisa o si no no nos dará tiempo a terminar de comer antes de que empiece la siguiente clase.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Nos hiciste esperar mucho tiempo... Where stories live. Discover now