Capítulo 44

1.6K 217 72
                                    

Estoy algo acojonada no voy a mentir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estoy algo acojonada no voy a mentir.

Volver a Forks después de casi dos meses fuera me pone algo nerviosa.

Lo más difícil de irme fue mi despedida más que el tema legal.

Laurent fue un capullo, pero uno que lo tenía todo preparado.

Flashback

-¿Que voy a hacer ahora? - pregunto con desamparo-

Si siguiese siendo humana mi corazón iría a mil por hora.

Hay unos segundos de silencio tras la línea, puedo oírla caminar se un lado para otro, seguramente pensando.

-¿Donde estas ahora mismo? -lanza su primera pregunta- ¿Lo reconoces? ¿Esta en Forks? -especifica un poco más-

Con los nervios a flor de piel empiezo a mirar más detalladamente mis alrededores.

Las paredes están hechas de madera, hay algunos detalles en piedra y el espacio no es muy grande, este lugar solo cuenta con la habitación de antes y este salón, todo amueblado de la forma más básica posible.

-Creo... Creo que es una cabaña -le respondo dudosa- no se exactente...-eoto hacia la izquierda y veo que hay una ventana- ¡Espera! -corro hacia ella otra vez sin medir la velocidad y casi atravesando la pared-  emmm

-¿¡Estás bien!? -pregunta preocupada seguramente habiendo oído el ruido-

Toso sin necesidad de hacerlo, como una vieja manía nerviosa.

-Si, si...solo he encontrado una ventana -miro a través de ella- ¿Nieve? Todo está cubierto de nieve, creo...creo que estoy en un bosque cubierto de nieve -frunzo el ceño sintiéndome asustada- es imposible que esté en Forks...

¿¡Donde mierdas estoy!?

-Vale...-empieza a decir intentando calmarme y calmarse a ella misma, ya que ahora incluso a través de la línea puedo oír como se acelera ligeramente su respiración- ¿Te ha dejado algo contigo? Ha dicho que quería...ayudarte- dice lo último con rabia e ironía- y no creo que eso incluya dejarte en medio de la nada sin ninguna clase de información -intenta razonar-

Empiezo a rebuscar como loca por toda la cabaña, sin colgar el teléfono, hasta que finalmente encuentro en una esquina la bolsa que recuerdo que llevaba consigo Laurent.

-¡La bolsa! -exclamo y sin perder el tiempo la sujeto entre mis manos dirigiéndome a la única mesita que hay aquí-

Aquí dentro hay algo...

Dejo el teléfono a un lado, siendo capaz de oírlo perfectamente y desparramo todo el contenido de dentro sobre la mesita tirando la bolsa a un lado.

Nos hiciste esperar mucho tiempo... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora