Capítulo 52

1.4K 185 23
                                    

Estoy muy confundida

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.


Estoy muy confundida. No esperaba encontrarme esto nada más volver a casa, no en este día que ha sido una reverenda mierda.

"Creo que a la vida le interesa que improvisemos"

Pero aquí está, frente a mi, una persona desconocida en el cuerpo de alguien a quien conozco muy bien.

O al menos eso creo.

La contradicción es bastante absurda y de por si no tiene sentido, son como esas dos verdades que se repelen entre sí pero ninguna es más verdadera que la otra.

Esto es real, está pasando en este momento y, como todo últimamente, me pilla de improvisto.

Cualquiera diría que es Jasper, cualquiera que no le conozca, pero a mi no me engaña, incluso en mi estado de estupefacción, incluso entre la penumbra del anochecer, puedo ver sus diferencias, su aura y lo que desprenden les delatan, hacen añicos su tapadera. Una sensación de seguridad, encanto y peligro abrazan cada centímetro de su cuerpo, su rostro serio y calculador a penas te deja ver a través de él, de sus ojos, tan negros como la sombra que se produce al chocar con una ráfaga de luz.

Es como contemplar a alguien distinto, veo a Jasper sin mirarlo a él.

Es raro. Definitivamente extraño.

En su rostro veo que de a poco se va dibujando una ligera sonrisa, tan pequeña que incluso podría pasar fácilmente desapercibida hasta por un vampiro corriente, pero yo le estoy observando con demasiada atención para perderme algo de lo que haga ahora mismo.

-Si pudiera seguro me haría sonrojar con tanta atención señorita - su voz sale relajada, suave y ronca-

Su comentario me despierta de mi letargo mental ocasionando que aparte la mirada con un dije de vergüenza.

Mierda.

Seguro estaría sonrojada si la sangre aún fluyera por mis venas.

-M-mis disculpas caballero - le respondo recordando la época de la que viene Jasper-

Si él no me tutea yo tampoco debería...¿no?

Su sonrisa se agranda ligeramente, dejando después el paso a un silencio que no sabría como clasificar. No lo disfruto pero tampoco es incómodo.

Se acerca con paso decidido acortando un poco la distancia sin llegar a invadir mi espacio personal.

Al pararse hace una reverencia frente a mi, dejando caer su cuerpo de cintura para arriba inclinado en mi dirección en señal de respeto.

-Es un gusto conocerla al fin mi señorita -su voz no pierde ese matiz atrapante- disculpando mi atrevimiento debo confesar que estaba ansioso de poder dirigirme a usted. -muestra una sonrisa de lado que me resulta algo pícara-

Si fuese humana me estaría sonrojado como nunca, definitivamente.

¿Como puede conseguir ser sexy y educado al mismo tiempo en un solo gesto?

Nos hiciste esperar mucho tiempo... Onde histórias criam vida. Descubra agora