Capítulo 24

2.7K 271 24
                                    

-Es tan frustrante

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-Es tan frustrante... -Edward sigue murmurando -

Lleva así toda la cafetería.

"¿Que esperabas? Ya te dige que es una bola de disco, esta siempre brillando y dando vueltas"

Me rio.

-Karina, porfavor... Basta de meterte conmigo-Edward me mira cansado-

Le miro indignada.

-¡No soy yo es Carmen! - intento justificarme- además, debes admitir que le da más picante a nuestra relación-me encojo de hombros-

Suelta un suspiro cansado para proceder, por millonésima vez, a mirar a Isabella.

-¿Por qué no dejas de mirar a la humana? -Rosalie lo mira molesta - no tiene que interesarte lo más mínimo ¿Te frustra no poder leer su mente? Pues céntrate en otra.

Su molestia ante la atención que Edward le pone a Isabella es muy palpable.

Emmett se acerca aún más a su pareja, acariciando su brazo y dejándole un beso delicado en la cabeza de forma muy suave.

-Esta bien osita, seguro solo siente curiosidad por las fallas de su don ¿Verdad Edward? - Emmett le da una mirada de: más te vale que así sea-

A veces Emmett tiene sus momentos de seriedad, pocas veces, si, pero los tiene y en todos ellos sólo se pone así porque siente que para su esposa es importante. Él es un amor de persona y un gran marido, si no tuviera a mis dos parejas que me brindan un amor incondicional hasta sentiría celos de su relación, no por desear a Emmett o a Rosalie, si no por lo que ambos desprenden, como se complementan como si fueran un puzzle solo de dos piezas que se anhelan siempre apesar de estar juntas.

-Si, solo es eso... - su voz es baja-

"Se nota que mientes Edward"

Me ha oído, lo se por su mueca, pero no se ha girado a mirarme.

Rosalie, aunque aún sigue desconfiada decide no decir nada más dejando caer su peso en Emmett mientras sigue atenta a las acciones que hace su hermano.

No me gusta que frunza tanto el ceño.

Una idea ilumina mi mente.

Saco una carpeta de la mochila y busco la fotografía que tomé en Navidad.

Ambos me regalaron mucha tinta para poder sacar infinitas fotos de la impresora, todos los colores imaginables estaban allí, cada tono para cada ocasión, angulo y momento del día.

Casi lloré de felicidad.

Lo malo de no tener un cuarto oscuro para sacar fotografías y tener que recurrir a la impresora, es que la foto no siempre sale tal cual la hiciste, no siempre puedes obtener el mismo verde, o el mismo azul, no puedes tener los degradados que te gustarían ni la luz u oscuridad plasmada a la perfección. A veces eso me hace sentir que solo hago fotos vacías, no tienen el mismo brillo, los colores carecen de armonía, por lo tanto rara vez me arriesgo a intentar sacarlas, solo lo hago con las que realmente siento la necesidad de poder tocarlas, aún si eso signifique que pierdan fuerza.

Nos hiciste esperar mucho tiempo... Where stories live. Discover now