Alice la vio venir y advirtió a Jasper sobre su nueva compañera, más ella no lo hizo, sin embargo no le importó caer para o con ellos, ella, una humana sin nada que ofrecer, hizo que los corazones no latentes de Jasper y Alice de aceleraran, y no es...
-¿No creéis que os estáis pasando un poco? -veo a toda la familia de vampiros corretear de allí para allá a excepción de mis parejas que han ido a cazar,o bueno, más bien ha ido Jazz y Alice le acompaña-
-Por supuesto que no.-dice Esme mientras sigue cocinando - esto es lo justo y necesario.
Bella se va a llevar un buen banquete.
"Y nosotros también, no te preocupes, solo tenemos que robar un poco de comida"
Esa idea me asalta mientras miro todos los ingredientes y el rico olor que desprende la comida que se filtra en mis sentidos.
Tengo hambre.
-Yo de vosotros oculto la comida de los ojos de la estrellita -habla mi querida mejor amiga- es capaz de robarla.
¡Siempre nos exhibe!
Le mando una mirada mortal que es devuelta por una sonrisa encantadora.
-¡Ni se te ocurra! -Esme me señala con una cuchara- o si no estarás castigada.
Pongo un puchero y mi mejor cara de cachorro.
-Solo un trocito -la miro suplicante- así, chiquitito -me acerco para abrazarla- porfis
Ella no dice nada así que me separo para mirarla, me mira fijamente para luego suspirar y dirigirse hacia un lado de la cocina de donde saca unos muslitos de pollo ya cocinados.
-Había cocinado tu comida antes -me sonríe tiernamente y agarra uno- puedes comer este, el resto tienes que esperar a Bella -me advierte mientras me tiende el muslo-
Te quiero Esme, con todo me corazón.
"Confirmo"
Le doy un beso en la mejilla y me voy a sentar en un sillón muy feliz mientras como.
-¿Y como os fue con la manada chicas? -pregunta amablemente Carlisle-
Y una sonrisa se instala en mi cara al recordarlo.
Flashback
-Llegamos -nos indica Leah - esta es mi casa. -nos señala la humilde casita de enfrente-
Es muy bonita, tiene tonalidades calidadas y un aire hogareño.
-¡Leah! -un muchacho empieza a correr hacia nuestra dirección-
Al llegar abraza efusivamente a Leah.
Cuando se separa lo suficiente parece que se percata de nuestra presencia, al parecer le ha dado vergüenza que le viéramos correr y abrazar así a Leah porque sus mejillas se empiezan a teñir de un rosa algo pálido.
