Capítulo 6

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Brithany Morrison.

Tengo alarma.

Siempre la pongo unos minutos antes de la hora acordaba. Pero hoy mi alarma no sonó, y la razón es simple: Dereck.

Él me había despertado con su música, Dereck es un chico madrugador y siempre pone canciones. Ayer domingo fue él quien me despertó, estaba enojada porque odio que me levanten tan temprano, más si son los domingos.

Y por cierto fue el día más largo de toda esta semana, la comida fue incómoda y la cena ni digamos, solo hablaba papá, Karina y Dereck solo negaba y rodaba sus ojos, y yo, ¡Ahg! Yo estuve callada toda la cena.

Aparte las sábanas para levantarme y la canción de Eminem, without me sonaba desde la habitación de Dereck. Gire mis ojos negando con mi cabeza, abrí la puerta de mi habitación, es un inconsciente, su habitación estaba abierta, y podía distinguir las sábanas tiradas en el suelo.

Guess who’s back

Back again

Shady’s back

Tell a friend

Guess who’s back, guess who’s back...

Me recosté en la puerta, mis brazos cruzados, mis ojos entrecerrados viendo la habitación de Dereck.

—¿Cuántos años tienes? ¿Cinco? —gire mi cabeza, Dereck venía caminando —¿Siempre duermes con ropa con más colores que el arcoíris?

—¿Siempre despiertas a todos con tu música?

—Sí.

—Eres muy honesto.

—La honestidad es una de mis virtudes.

—Lo noté.

—Tu papá madruga ¿siempre es así?

—Sí. Él tiene que trabajar, niñito inteligente.

—No es por presumir, pero tengo excelentes calificaciones —camino nuevamente a su habitación —. Límpiate la cara antes de salir, enana. —cerró la puerta, y la música aun sonaba.

Rodé mis ojos y entre a mi habitación, tenía que arreglarme e ir a ese mundo mágico llamado centro educativo, noten el sarcasmo. Me bañe, salí de allí con una toalla alrededor de mi cuerpo; mientras otra detenía mi cabello, lave mis dientes lo más rápido que pude, cerré mis ojos y respire hondo cuando golpee mi pie con la puerta.

Maldecí en voz baja.

No tenía tiempo para ponerme a llorar por mi pie, aunque odie cuando mi dedo pequeño se dobló.

Me cambié rápido y peine mi cabello, de hecho no era tan largo, pero tampoco era corto, me llegaba a mitad de la espalda y era de un color oscuro.

Arregle mis útiles en mi mochila y salí de la habitación dejándola cerrada. Baje las escaleras y fui directo a la cocina, tenía mucha hambre y tengo la costumbre de comer o tomar algo antes de irme.

Karina esta ahí, miraba la estantería, ella observaba los vasos muy concentrada.

—¿Todo bien? —pregunté, llamé su atención y ella rápido se dio vuelta para verme.

—De maravilla.

—¿Paso algo con los vasos?

—No, al contrario están muy lindos, pero algo sucios y descuidados.

—Solo son los que estan en ese lado —señale el lugar donde ella estaba viendo anteriormente —, papá no usa esos de allí, no le gustan, siempre usábamos los de este lado —señale el otro lado de la cocina donde estaba el estante con otros vasos y platos.

Mi bello tormento [completa] Where stories live. Discover now