Epílogo

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—Vamos a morir. Dios, ayúdame. —empezó a murmurar Brithany.

Brithany junto sus manos en forma de hacer una oración mientras miraba el techo del auto.

Yo me rio mientras le enseño a manejar.

—Relájate, y agarra el volante.

—Creo que mejor otro día me enseñas, hay un señor viéndome, me da pena.

Observe alrededor, en efecto había un anciano observándonos mientras él estaba sentado en una silla mecedora en el jardín de su casa.

Y no había nadie, la calle está vacía y plana, no había sol, no había niños jodiendo cruzándose la calle, en conclusión, era el día perfecto para enseñarle a manejar.

—Era broma cuando dije que quería aprender a conducir. —se justificó.

—Notitas, no era broma cuando te dije que te enseñaría.

—Bien, haremos esto lento, pero muy lento. También quería decir que gracias por prestar tu auto, tratare de no golpearlo, seré una buena alumna, aprendo muy rápido.

—Espero lo mismo.

—Ay, que lindo.

—Hablo enserió, no lo vayas a golpear.

Brithany asintió.

La mire muy concentrada viendo la calle, hoy más que nunca andaba muy activa, pero más que activa era nerviosa.

Suspiro y me miro decidida.

—Estoy lista. —dijo.

—Bien, empezaremos con lo básico.

Ella asintió.

—Relájate, te ves muy tensa.

—Bueno, es que se siete raro.

—Déjate llevar, pero no del todo. Solo relájate y respira.

—¿Y si morimos por mi culpa?

—No pasare eso, así que, empecemos.

Le estoy confiando a Brithany una de las cosas que más aprecio le tengo y pueda que si esa algo material, pero es mi auto, lo tengo porque me lo gane, realmente mi papá es alguien que si quieres algo él dice: gánatelo. Y eso paso, este auto tiene muchas cosas por las que me sacrifique.

—Ponte el cinturón.

Brithany muy obediente se lo puso mal, le ayude a colocarlo bien mientras ella se reía de su error.

—Hay tres pedales. —empecé.

Me hizo señas como si estuviéramos en un aula de clases.

—¿Por qué hay tres pedales? —pregunto.

—Tienen funciones diferentes: El embrague, es el que hace que avances.

Dije mientras señalaba y ella asentía.

—El freno, que es el pedal, todos lo conocen y este del medio que para frenar. Dios, esto es tan aburrido.

—Sigue, estoy entendiendo.

—Bueno. Este es el acelerador, que es para acelerar.

—¿Eso es todo? —pregunto, sorprendida.

—Sí, ni ciencia tiene. Esta fácil.

—Veremos eso.

Brithany hizo todo como le dije. Encendió el auto y se asustó cuando el motor empezó a sonar.

Mi bello tormento [completa] حيث تعيش القصص. اكتشف الآن