Mi bello tormento [completa]

Capítulo 44

Cuarto mes sin ti.

Ganaron.

Ganaron el campeonato.

Felicidades, eh.

Ese día sí fui, te mirabas feliz.

Tu familia estaba ahí y tu papá, Dios, que señor tan intimidante, él simplemente asintió viéndote desde las graderías.

Tu mamá es tan linda, ella sonrió mientras lloraban orgullosa por ti. Ella realmente está orgullosa de tenerte como hijo.

Tus hermanos, ellos solo te miraban y sonreían, pude notar el parecido en sus ojos, eran iguales a los tuyos.

Por cierto.

Gissell y Damián volvieron.

Están demasiado enamorados para aceptar estar lejos el uno del otro, aunque creo que eso ya lo sabias.

La mamá de Dereck, Karina, ha estado hablando conmigo, es algo así como terapia.

Al principio lo vi extraño, pero ella me dio la idea de escribir como sobrellevo todo mientras estas lejos de mí.

Así es, las cartas.

Tengo que aceptar que me han servido, me ayuda a sentirme menos triste.

Quiero contarte algo, o al menos escribir algo.

He tratado de reflexionar todo. Tus palabras aún viajan en mi cabeza y no sabes el daño que me causa ¿ves lo que haces aún estando en lejos?

Me obsecione contigo y sentí que te amaba, pensé que te perdonaba todo porque sentía un amor platónico y real por ti. Eso no era amor verdadero.

Te amaba de una manera extraña, tóxica y falsa, era todo un desastre que ni siquiera yo sé lo que ahora quiero. Ni siquiera yo sé si te querré de nuevo.

Y no puedo creer que me tengas tan ciega que haga que siempre te perdone todo, y lo hacia porque sentía que era la mejor decisión, creí que siendo tan vulnerable a ti sería mi mejor versión, pensé que solo así me ganaría tu cariño, no fue así.

Me dolían, me dolían esos silencios que me aplicabas días, semanas y ahora meses...

Pero volvías a mi mente como un remolino furioso haciendo que volviera a mirar al techo y empezará a cuestionarme si alejarme de ti había sido la mejor decisión.

Me siento hasta hipócrita cuando recuerdo la calidez de tus labios junto a los míos, la calidez de tu piel rozando la mía, esa mirada relajada que me dabas, pensé que estaba segura contigo, porque eres el mejor mentiroso, que hasta tu tacto me hacía creer que me querías contigo.

A veces me levanto por las noches y pienso en ti, preguntándome que pasa contigo.

Quise saber que sentistes cuando nos dimos nuestros primer beso, porque para mí lo fue todo, me hiciste creer que después de ese beso estarías ahí para mí.

Luego tu confesión me dejó feliz, pero luego todo se descontrolo.

¿Por qué me dijiste eso en el momento equivocado?

Pudiste habérmelo dicho días antes, días donde estábamos bien ¿sabes algo más tristes? Que nunca hablamos de nosotros.

Nunca tuvimos momento lindos donde nos escaparnos para estar solos. No lo digo en una manera intimida, pero si una de "pareja".

Pareja que nunca fuimos.

Nunca fuimos a comer pizza o algo así para reír y conversar.

Nunca supimos que había entre nosotros.

Sabíamos que habían besos, pero ¿luego que había? Exacto, discusiones ridículas dónde huías de mí.

Y cuando decidí ser yo la que huía pude notar como te confundías, no sé qué pasó por tu mente, pero entiendo que te cuestionabas y querías un por qué.

Te lo dije.

Te dije que nos estábamos haciendo daño, pero luego dijiste:

Quédate.

Quise quedarme cuando me dijiste eso, juro que quise hacerlo, pero no lo hice.

Porque después de todo sigues siendo mi bello tormento.

Atte- Brithany Morrison.

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