Mi bello tormento [completa]

Capítulo 57

BRITHANY

Cuatro meses después.

—Por la puta que me pario —me recibió papi Víctor cuando entre al jardín donde estaba junto a mami Celeste.

—También me da gusto verlos. —dije.

Me acerque a ellos dándoles un beso en la mejilla, lo aceptaron sin renegar y papi Víctor me miro con sus ojos entrecerrados. Sus facciones se arrugaron y se me hicieron muy tiernas de ver.

Por otro lado, mami Celeste se estaba secando sus uñas con el abanico que sostenía en su otra mano.

—¿Fue tu padre? ¿Ese animal miserable no te deja venir a visitarnos? Dile que me cae muy mal.

—Víctor. —lo regaño mami Celeste.

—¿Que? Todo lo que digo es verdad, y no salgas a defenderlo, se porta como un culo con mi sol.

—¿Has tenido problemas por lo de ir detenida? —cuestiono mami Celeste.

Negué.

—Mi papá se encargó de limpiar mi nombre, no fue para tanto, pero pensó en el futuro y dijo que eso me iba a afectar.

—Bastardo inteligente.

—¿Como esta todo en tu casa? —pregunta ella cruzando su pierna encima de la otra con delicadeza.

—Eh, bien. Karina esta embrazada.

Ambos quedaron en silencio.

Tenía confianza al entrar y salir en la casa de mis abuelos, así que me serví un vaso con jugo, aprovechando que ellos tenían jugo de naranja en la mesa de vidrio y elegante en el centro de los tres.

Bebí lentamente mientras ellos seguían procesando todo.

—Esa fue mi reacción, me quede callada como por tres minutos, creo que, hasta más, pero no fue tanta mi reacción, quede más callada y sorprendida cuando me di cuenta de que eran trillizos.

—¿Que putas? —dijo papi Víctor.

—¿Tendrá tres bebés? —cuestiono mi abuela.

—Así es, raro, pero así es.

—¿Que putas?

—Eso si me sorprendió. —mami Celeste se miró pensativa.

—¿Que putas? —repitió mi abuelo —¿Tu papá tiene un pene mágico, o qué?

Me reí.

—Ojalá todas sean niñas, que sufra, así como lo ha hecho contigo, que sufra con más dolores de cabeza.

—Haré como si eso no me ofendió, pero no, niñas no, no quiero competencia. —dije.

—¿Te refieres a que no quieres que nadie repita tu historia?

—Exacto, no quisiera que repitieran mis mismos errores.

—Ya hablas como una odiosa hermana mayor —dijo —. Estas son las noticias que me gustan, no estás del periódico de que gente mato y esta presa. Quiero sorpresas. Aunque no conozco la mujer de tu padre.

—Bueno, es amable, también es psicóloga.

—¿Ella te ayudo con Liam, verdad? —pregunto mami Celeste.

Asentí. 

Tenía más de un mes de no verlos, y cuando hablaba con ellos era por llamada y no conversabamos muy bien que se diga.

Había estado un poco atairada con mis clases de la universidad y ahora confirmo que no es lo mismo que el instituto, era más complicado y tenía que dejar toda mi vida ahí, pero ahora ya he organizado mi tiempo y todo iba a la perfección.