Capítulo 9

765 181 138
                                    

Brithany Morrison.

La noche anterior había sido intensa, no soy de tener momentos extremos, pero ayer lo fue. Me sentí aterrada de que nos descubrieran.

Y aunque no me gusta admitirlo estaba asustada cuando Dereck entró a mi habitación preguntando donde había estado.

Estaba odiado que se comportará de esa manera porque él no tienen el derecho de preguntarme nada.

Respire hondo viendo el casillero de Liam, he de admitir que ahora me es inevitable no dejarla la nota diaria, se ha vuelto para mí un hábito hacerlo.

Y ahora siento que se ha vuelto también para él un hábito recibirlas.

Hola Liam, sé que sabes que soy yo y que también dije que ya no te iba a dejar notas, pero me es imposible no hacerlo.

Espero no molestar con tanto drama que te estoy causando.

Atte- B. M.

Los pasillos estaban vacíos, siempre espero que no haya nadie porque sería un problema más grande para mí.

Derecha, nadie.

Izquierda, nadie.

Enfrente, el casillero de Liam.

Atrás, más casilleros.

Un paso, otro paso, otro pasito más, y aquí estoy, introduje la nota una vez más.

Recosté mi espalda en el casillero, respire, y cerré mis ojos arrepintiéndome de haberle dado la nota, me siento algo tonta por la situación en la que estoy.

Una persona normal simplemente le diría me gustas, vamos por un helado y nos sentamos en el parque a platicar.

Pero yo definitivamente no soy una persona normal, ¿por qué? Bueno, le dejo notas al chico que me gusta.

¿Quién hace eso?

Tú, Brithany, tú lo haces.

—¿Ya la dejaste? —levante mi mirada para poder ver sus ojos azules.

Sentí como mi rostro se calentaba de la vergüenza, no esperaba que él viniera y me viera aquí debatiendo en que hacer con todos los sentimientos que siento por él.

Liam realmente es un chico atractivo, y no porque me guste y todo de él lo vea perfecto, pero honestamente lo es.

Él estaba recostado en mi casillero, estaba enfrente de mí.

Ojos azules.

Sonrisa ladeada.

Brazos cruzados.

Y me miraba algo divertido.

—¿Qué haces? —pregunté, nerviosa.

—Vengo por algo que se me olvido, pero alguien esta en mi casillero pensando en cosas.

—Lo siento —dije, apartándome del casillero —, voy tarde a clases.

—¿Esta ahí la nota? —volvió a preguntar — tengo tantas ganas de leer algo nuevo.

Quedé en silencio.

Nunca me imagine que él estaría enfrente de mí, hablándome, y sabiendo que yo le doy notas.

Mi secreto duró unos cuantos meses.

Sí, lo acepto, el año anterior empezaron mis notas anónimas. Pero este año nuevo que iniciamos fue cuando todo se descontrolo.

Porque Liam me había encontrado, él se dio cuenta de que yo era su loca acosadora.

—Tu silencio me dice que sí —él dio un paso adelante.

Mi bello tormento [completa] Où les histoires vivent. Découvrez maintenant