06.

6.2K 644 19
                                    

El resto del día fue tenso e incómodo. Sooyoung no le había dirigido la palabra y él no tenía intenciones de hacerlo tampoco. Se sentía sucio y muy sofocado. Cuando se encerró en el auto luego de ir al colegio, sintió ganas de llorar y supo que no solo era una decepción para su hija, sino que también para el chico que tanto le interesaba.

Entró a la escuela cuando fue la hora de pasar a buscar a Jihyun y vio al chico castaño de ojos grandes conversando con una señora. Se acercó pero éste no le dirigió la palabra y ni lo saludó, simplemente llamó a su hija y ella fue a saludarlo con los brazos abiertos.

—¡Papi! —ella exclamó, aferrándose—. Te hice un dibujo.

Jungkook tomó el papel entre sus manos y sonrió, intentando descifrar de que se trataba la pintura de tantas líneas y colores. Dejó un corto beso en la frente de la niña y miró a Taehyung, quien había ignorado su presencia por completo.

—Hyunie, ten, usa esto —dijo, dándole una muñeca y tomó su mano, mientras ella se distraía con el juguete—. Taehyung.

El nombrado lo miró, esta vez no tenía una sonrisa grande y rectangular en su rostro, estaba serio y lucía muy enojado. Jungkook rascó su nuca, avergonzado y aclaró su garganta antes de hablar.

—¿Podemos hablar? —preguntó.

—No tengo nada que hablar contigo —respondió Taehyung.

—Por favor, en serio lamento lo que sucedió, de verdad —susurró pero el castaño desvió la mirada.

—Está bien.

—...¿De verdad?

—No, ahora debo terminar mi trabajo.

Suspiró y murmuró las últimas disculpas. Ambos, Jihyun y Jungkook, fueron hacia el auto y se adentraron a éste. Ella se colocó el cinturón y él hizo lo mismo. Comenzó a manejar y se mantuvieron en silencio, hasta que Jungkook decidió romperlo.

—Mi vida ¿Cómo te ha ido hoy?

—Bien, me caí y me raspé la rodilla pero Taehyungie me puso una cremita mágica parecida al agua y me cantó una canción para que dejase de llorar.

Jungkook sonrió debido a la ingenuidad de su hija y la imagen mental de Taehyung ayudándola con su herida. Se sintió mil veces más culpable y decepcionado de sí mismo.

—Taehyung es muy agradable ¿Verdad?

—¡Sí! —ella sonrió—¿Podemos invitarlo a cenar?

—Oh —Jungkook abrió los ojos y lo pensó un par de veces antes de responder—. Me parece que sí, podemos invitarlo a cenar. 

Llegaron a la casa y Jungkook dejó la mochila de su hija y su maleta al lado de la puerta. Ambos se quitaron el calzado y ella fue a cambiarse el uniforme mientras Jungkook se adentraba a la cocina y comenzaba a preparar la merienda para los dos. Marcó a Taehyung y colocó el celular entre su hombro y su oreja, mientras continuaba con la comida.

¿Sí? —oyó del otro lado y tragó saliva.

—T-Taehyung, es Jungkook, mh...

Jungkook...

—Sí, yo, eh... —balbuceó hasta que encontró las palabras correctas—. Lamento mucho lo que pasó, no fue mi intención —oyó un suspiro y continuó hablando—. Hubieron problemas en el trabajo y debí quedarme, lo lamento muchísimo.

Jungkook, no creo que debamos hacer esto...

—Por favor, escúchame. De verdad me agradas, dame otra oportunidad. Ven a casa a cenar, Jihyun de verdad quiere verte.

¿Jihyun quiere verme?

—Sí.

Ella ya me vio hoy.

—Bueno, yo también quiero verte —admitió, avergonzado y ambos se mantuvieron en silencio.

Bien, estoy allí a las ocho.

—Genial, muchas gracias, de verdad.

Taehyung colgó la llamada inmediatamente y Jungkook suspiró, queriendo abofetearse a sí mismo. Jihyun se acercó y sentó en uno de los taburetes, mientras tarareaba una canción con su dulce y aguda voz.

—A la noche viene, Taehyung, cariño.

—¡¿De verdad?! —ella exclamó y aplaudió de la felicidad, sonriendo de oreja a oreja.

El resto de la tarde pasó lento y Jungkook miraba ansioso el reloj esperando a que llegue la hora de la noche en la que el chico llegaría. Había terminado de hacer las cosas del trabajo y re-diseñó el resto de la portada de la revista que volvieron a enviar.

Unos minutos antes de las ocho, fue a su habitación y se miró al espejo grande en la pared. Se deshizo de su ropa, ya que antes no tuvo tiempo de quitarse la del trabajo, y se colocó algo informal pero que le hiciera favor a su cuerpo. Usó una camisa blanca y algo transparente y unos pantalones de jean azul claro, ligeramente holgados. Arremangó las mangas de la camisa hasta sus codos y peino su cabello ligeramente un costado. También colocó bastante perfume alrededor de su cuello.

Bajó las escaleras y sacó la comida del horno, había preparado una sopa de arroz y verduras, junto con unos bocadillos veganos debido a que Taehyung no consumía ningún tipo de carne. Jungkook no se sorprendió ya que esperaba eso de su forma de ser tan hippie.

El timbre sonó y sus manos sudaron ligeramente. Suspiró y se dirigió a la entrada. Acomodó su cabello por vigésima vez y abrió la puerta, encontrándose al castaño del otro lado. Este vestía una remera blanca y unos pantalones color beige, junto con un gran abrigo del mismo color que la prenda inferior.

—T-Taehyung —murmuró—. Pasa, por favor.

El susodicho hizo caso, pero no emitió ninguna palabra. Se deshizo de su calzado y ambos fueron a la cocina, Jungkook no quiso llamar a su hija para poder conversar a solas con Taehyung.

—Mhm, huele delicioso —dijo por fin el chico, sentándose en un taburete—. ¿Qué es?

—Sopa de arroz, con verduras y unos bocadillos veganos que aprendí a hacer. La sopa tiene vino, queso... Lo siento, eso no importa.

—Descuida —dijo Taehyung y suspiró.

—Escucha —Jungkook se sentó a su lado y ambos hicieron contacto visual. Aquello logró ponerlo más nervioso y aclaró su garganta antes de hablar—. Lamento muchísimo lo que sucedió. No pude escaparme del trabajo, cometieron un error y debimos re-hacer una portada de una revista y mi secretaria... hizo algo rarísimo y no pude...

—Hey —interrumpió Taehyung y asintió—. Lo entiendo, Jungkook. Solo... me molesta un poco ¿Sabes?

—...

—Yo te entiendo, pero no quiero que... no quiero estresarte y... —suspiró—. Te estás desgastando.

—Oh.

Taehyung estaba sorprendido debido al poco nivel de vulnerabilidad que tenía el hombre al que le hablaba. Su rostro lucía frío, serio, intimidante, pero su voz sonaba preocupada y aquello le provocó escalofríos. Notaba lo mucho que Jungkook reprimía y evadía cualquier tipo de sensación, sentía que le estaba hablando a un pared, un iceberg.

—Pero por favor, que no se repita —Jungkook asintió—. ¿Y Jihyun? Quiero verla.

—En su cuarto.

Taehyung se levantó y se alejó, Jungkook lo observó mientras mordía su labio inferior y bajaba la mirada.

Por estas cosas salir con alguien le aterraba.

Daddy's fear.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz